Anabeli Franco
La Diócesis de Cuernavaca se deslindó de cualquier robo de una supuesta reliquia sacra valuada en millones de pesos en la comunidad de Tepalcingo, luego de que insistiera en que se trató de una “denuncia-calumnia” que hicieron en contra del Obispo Ramón Castro Castro y que precisamente fue orquestada por los mayordomos de los barrios para recuperar la facultad del manejo de los recursos de la feria religiosa más antigua Morelos y segunda más grande de México.
Lo anterior derivó de una denuncia penal por el delito de robo que se interpuso en la Procuraduría General de la República (PGR) que dio a conocer la mañana de este lunes el ciudadano de Tepalcingo de nombre Jesús de la Rosa Cortés, en donde acusaban a arquitectos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y a sacerdotes del santuario de Tepalcingo del hurto de un supuesto ostensorio santísimo que dicen, tenía un valor de 4 millones de pesos, pues estaba hecho de 10 kilos de oro y presentaba incrustaciones de piedras preciosas, además de haber desaparecido 64 dólares de las limosnas, esto durante la remodelación que hicieron desde el sábado pasado.
Tras conocer este hecho, el obispo subió a su cuenta de Twitter los siguientes mensajes y posteriormente convocó a una rueda de prensa la mañana de este martes para dar a conocer su postura al respecto y retiró lo dicho hacia el medio Diario de Morelos y el área de Comunicación Social del Estado, en el que refiere que fueron los responsables de orquestar una “denuncia-calumnia” en su contra:
Sobre esto, el obispo Castro Castro refirió que “el señor Jesús de la Rosa (quien dio a conocer la denuncia) no es originario de Tepalcingo, creo tiene menos de 10 años que habita ahí. Los que está atrás de este conflicto son los mayordomos de los barrios que ya no se les permitió que ya no administraran ellos el dinero de la feria, argumentando usos y costumbres, encargarse de toda la administración de la parroquia, en este caso, el enojo del señor Jesús de la Rosa quiere administrar todas las entradas económicas del santuario y entonces eso no es posible de cuerdo al Código de Derechos Canónicos”.
Es de señalar que la Feria de esta comunicad en conjunto con el ingreso anual que tiene esta comunidad asciende a miles de pesos (sin señalar un monto específico), lo cual era informado por los mismos mayordomos al padre del recinto religioso, en ese entonces el padre Omar Aguilar, quien a su vez lo daba a conocer a la Diócesis.
El vicario Luis Millán aseveró que actualmente diócesis tiene la autoridad para manejar sus propios recursos y los bienes inmuebles, “en el caso concreto de Tepalcingo se menciona una custodia en el cual ya hemos hecho una investigación interna y no la encontramos, por eso somos los principales interesados en saber donde se encuentran si es que esta existe, al menos con esas características porque aquí se nota un interés distinto”.
Mencionó que ninguno de los sacerdotes que ha estado ahí ha visto dicho objeto, el cual dicen que tiene seis años en custodia, más han reconocido que existe un ostensorio similar que es más pequeño, de plata y cubierto con chapa de oro, pero no pesa 10 kilos y tampoco tiene piedras preciosas, es por ello que insistió en que debería estar registrado ante el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
La Diócesis de Cuernavaca recibe el recurso de todos los recintos religiosos y los aprovecha para fines pastorales, más no puede ser un comité comunitario y mucho menos una persona no religiosa o no católico quien los administre, tal como lo pretenden hacer los mayordomos con la feria.
Al respecto, Domingo Tena Villaseñor, asesor jurídico del obispo, refirió que primero investigarán la existencia del supuesto ostensorio santísimo, ya que ni el mismo monseñor en sus dos años de estancia en Morelos tuvo conocimiento de ello, y darán seguimiento a la denuncia interpuesta ante la Procuraduría General de la República (PGR), “pero auguró que todo girará a favor de la Diócesis, luego de no acreditar la existencia del objeto” y después analizarán la posibilidad de contrademandar.
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