AMLO: LAS PIEDRAS DEL CAMINO

 

 

Gerardo Fernández Casanova

La semana pasada me referí a la capacidad de toma y cumplimiento de compromisos del Presidente López Obrador, sin duda insólita y, para el que esto escribe, excelente. Hoy quiero abordar los temas en los que tal capacidad se ha visto enfrentada a mayor dificultad para el cumplimiento. Las piedras del camino que incluso han obligado a la rectificación que, por cierto, respaldan la definición de que la tozudez y la terquedad no significan necedad.

 

Con mucho, el tema de la violencia y la inseguridad es el de mayor grado de dificultad. En su larga campaña, López Obrador criticó la guerra contra el crimen organizado y la utilización de las fuerzas armadas para el efecto. En el proceso de la transición, siendo Presidente electo, tuvo acceso a la información de la cruda realidad: no se contaba con fuerzas civiles capaces en número ni en confiabilidad para enfrentar al crimen. La imbricación entre la autoridad y la criminalidad, en todos los niveles, alcanzaba el grado de absoluta; la detención de Genaro García Luna, ex secretario de seguridad pública, confirma tal aseveración. El ejército y la marina no eran ajenos a esa condición, aunque se conservaban sectores de la oficialidad apegados a la recta conducta y la disciplina castrenses.

 

Aquí se presentó la primera rectificación: continuar con el apoyo de las fuerzas armadas en la tarea de la seguridad y, junto con ella, la más riesgosa decisión: designar a los secretarios de la Defensa y de la Marina sin tomar en cuenta las respectivas ternas propuestas por los secretarios salientes, como era acostumbrado, pero que implicaba continuar con el contubernio también acostumbrado. En calidad de Diógenes tomó su lámpara y escudriñó hasta encontrar al general y al almirante que reunieran las características de honestidad y liderazgo en grado de excelencia y a ellos designó.

 

A partir de estas decisiones se ajustó el diseño de la estrategia para lograr la pacificación y la seguridad en el país. Se prioriza la atención de las causas mediante programas sociales de inserción de la juventud y combate a la pobreza, a los que se les dota de recursos sin precedente. En complemento se concibe el ejercicio de la fuerza pública mediante una guardia nacional, inicialmente constituida por las policías militar y naval, incluso la federal, aplicando exámenes de confianza estrictos y una capacitación intensiva para aplicarse a la seguridad pública, con apego a protocolos de uso medido de la fuerza y respeto máximo a los derechos humanos. Hubo necesidad de reformar la Constitución y armar el conjunto de leyes que dieran certeza jurídica  a esta nueva concepción, no sin tener que librar una desgastadora batalla con las organizaciones de la sociedad civil protectoras de los derechos humanos, la mayoría de ellas muy bien intencionadas. Tomó siete meses poder iniciar el proceso de operación de la Guardia Nacional, con un acucioso esfuerzo de reclutamiento, selección y capacitación. AMLO ofrece resultados para el 1 de diciembre de este año.

 

Impacta la cifra de homicidios y las desapariciones, la mayoría por disputas entre bandas por el control de zonas. Las personas resienten más los delitos de violación, secuestro, extorsión y cobro de piso, frecuentemente causales de homicidios y disputas entre bandas (sería importante caracterizar y desagregar la información). En esos temas se está centrando el trabajo de inteligencia tanto en lo criminal como en lo financiero.

 

Hoy, quienes tantas piedras pusieron en el camino, claman porque no se tienen resultados en la reducción de los homicidios dolosos y, sin más, se lanzan a la calle a exigir un cambio de estrategia. Ahí está Javier Sicilia envuelto en su túnica de víctima, buscando recuperar un protagonismo perdido, “inocentemente” sirviendo al conservadurismo opositor. Se pretende ignorar el gran trabajo en materia de atención a víctimas y búsqueda de desaparecidos, el que encabeza Alejandro Encinas; ahí están las verdaderas organizaciones que, desde hace mucho se deslindaron del poeta de los besos.

 

En próximas entregas me referiré a otras piedras del camino. El problema de la migración centroamericana y el de la geopolítica continental.

 

 

gerdez777@gmail.com

 

 

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