CORRUPCIÓN

El Jabonero

 

 

Por: Gerardo Becerra Chávez de Hita

El pasado 26 de febrero la Presidenta del H. Congreso de Morelos, la diputada Lucia Meza Guzmán, dio la bienvenida a los asistentes a la  primera “Cumbre Estatal Anticorrupción” en el Auditorio “Emiliano Zapata” de la UAEM. Lucy, como comúnmente la conocen sus amigos, hizo un llamado enérgico a  que la ciudadanía participe en la cultura de la honestidad y definió el evento como un ejercicio para que las instituciones, actores políticos y la población, reflexionen sobre el estatus de la transparencia y la rendición de cuentas en Morelos, cómo se puede avanzar hacia un gobierno y una sociedad cada vez más honorables.

 

La verdad sea dicha que el evento-a lo mejor y pensado con la mejor de la intenciones-pasó desapercibido y solo sirvió para que el Fiscal de Morelos volviera a “lucir el palmito” junto con una pléyade de personajes que seguro estoy se explayaron en contra de la corrupción y sus nocivos resultados en la sociedad. Pero, ¿Cuál es la realidad que vivimos en Morelos respecto de esa lacra? El INEGI dio a conocer su informe de corrupción nacional en julio del año pasado y para nuestra vergüenza, Morelos ocupa el segundo lugar en corrupción solo por abajo del Estado de Chihuahua, seguido en el tercer lugar por el vecino Estado de Puebla, en donde el gobernador Rafael Moreno Valle ha sido señalado por su proclividad a no rendir cuentas y por tener dentro de sus proveedores más cercanos a empresas “A modo”, muchas de las cuales se les ha señalado por actos de corrupción.

 

En Morelos hemos tenido gobiernos y gobernadores ladrones. Vaya, quien no recuerda que Dn. Lauro Ortega denunció a su antecesor, Armando L. Bejarano, por un desvío de seis millones de pesos, de aquellos pesos de antes de que se le quitaran tres ceros a la moneda mexicana. A Bejarano la justicia no lo alcanzó, porque dicen, huyó y se refugió en Costa Rica, en donde su yerno era en esos momentos un ministro muy importante en ese país. Con el tiempo Calderón Fournier llegó a ser el Presidente de ese pequeño Estado caribeño y menos se pudo traer al Bejarano a pagar sus supuestas culpas.

 

Después llegó Rivapalacio López y entre “Papayos” y sinvergüenzas el gobierno de Morelos volvió a caer en el descredito ante su pueblo que veía con impotencia como algunos cercanos colaboradores y familiares de “Don Antonio” se llenaban las manos de dinero mal habido. Toda la esperanza que tuvimos en Rivapalacio se vino abajo cuando nos cercioramos que familias enteras se volvían ricas de la noche a la mañana. Jóvenes empresarios que antes los veíamos atrás de un mostrador en una tienda de sus padres, ahora se les veía al mando de poderosos automóviles último modelo. La corrupción había llegado con todo a Morelos.

 

Carrillo Olea fue soberbio, no corrupto. A Jorge lo acabó su arrogancia. No supe que alguien de su gobierno que se hubiera hecho rico de la noche a la mañana. Tal vez y Mercedes Iturbe pudo haberle entrado a las corruptelas en el Instituto de Cultura, sin embargo lo poco que se le pudo demostrar solo dio para que fuera inhabilitada por algunos años de trabajo en el gobierno federal. Ahí están muchos de los que fueron secretarios con Olea y la mayoría está en la honrosa medianía económica, por no decir que están en la “Vil Chilla”.

 

El PAN si llegó con la “Buchaca abierta”. Sergio Estrada le dio “Vuelo a la Hilacha” y algunos de sus cercanos colaboradores se dieron a la tarea de pegarle una buena mordida al presupuesto o en el peor de los casos, a medrar con los contratos de obra pública. Estrada Cajigal fue muy permisivo con sus amigos, tanto que uno de ellos empezó a relacionarse con gente muy cercana al “Azul” Esparragoza y estos lo acercaron directamente al poderoso Capo. Con esta relación amistosa se dice,  el jefe llegó a ser su suegro o cuando menos el padre de su pareja sentimental. En conclusión, tres o cuatro muertos de hambre, relacionados con los talleres mecánicos igual que él fueron los beneficiarios directos de la ola de corrupción que permeó en el gobierno del PAN del 2000-2006.

 

Adame fue apocado en todo. Hasta en la corrupción se cuidó. Su “Talón de Aquiles” fue la CEAMA en donde el titular se hizo millonario de la noche a la mañana y se hizo cirugías plásticas por todos lados. Hubo desde luego algunos otros que le metieron la mano al bolsillo público, sin embargo, no llegó a los niveles de corrupción de su antecesor. A Marco no se le señaló por desvíos en la cuenta pública y lo más que le requirió la ASF en un ejercicio no llegó a los cuatrocientos millones de pesos de observaciones. Los supuestos desvíos por los cuales se acusa a Alejandro Villareal y a Alfredo de la Torre en estos momentos son tan poco sustentados que los dos serán exonerados por la justicia que los está procesando en estos momentos, al tiempo.

 

Y llegó el gobierno de la tranza. A partir de finales del 2012 Graco Ramírez tomó el poder ejecutivo de Morelos y tan solo en los tres meses de ese ejercicio la ASF le fincó observaciones por más de cuatrocientos millones de pesos. La corrupción en el gobierno del Estado de Morelos a partir que el PRD llegó tomó niveles nunca vistos. Ni cuando Rivapalacio daba contratos a los amigos de su hijo se observaba tal impulcritud en las asignaciones de contratos de obra pública. Si es el DIF compra una buena cantidad de sus insumos fuera de Morelos a precios que van muy por encima del mercado, si es el sector de la seguridad pública los contratos no son licitados acogiéndose a la ley en la materia que sostiene que por ser de “seguridad” no deben de licitarse. Y ni que decir de obras como el “Coruco Díaz” o la remodelación del Centro Histórico de Cuernavaca, esas obras son por asignación directa a empresas fuereñas.

 

Las presentaciones de artistas no son licitadas y son entregadas como cheque en blanco a compañías de gente muy cercana al gobernador y su familia. De esas presentaciones NO HEMOS RECIBIDO cuenta alguna los morelenses y todo parece indicar que morirán en el oprobioso silencio. Lo más grave de este gobierno, es lo que hizo o dejó de hacer con los 2800 millones de pesos que fueron ejercidos por Graco en el 2013-2014 vía empréstito autorizado por el Congreso local. De ese crédito se ha dicho todo, sin embargo la realidad es que no hemos sabido a ciencia cierta en que lo gastó. Conjeturas y más conjeturas se tejen alrededor de ello sin llevarnos a la certeza que como pueblo exigimos.

 

¿Ud. amable lector cree que la corrupción cejará por el hecho de haber llamado a una “Cumbre Anticorrupción”  o por qué se aplique la ley a los ladrones?

No dudo en afirmar que este gobierno estatal es EL MAS CORRUPTO que he visto en mi vida como morelense. Las cantidades que por concepto de “Moche” se piden desde hermosas oficinas en la colonia Polanco del DF no tienen madre. Hay quien afirma que es del diez por ciento y hay otros que aseguran que llegan a niveles superiores al 20%.

 

Para tristeza de todos, el rubro que está totalmente descompuesto es el de la SALUD. Ahí el hijo incómodo y el amigo de éste, están haciendo negocios inmensos y medrando con la salud de los Morelenses a niveles sorprendentes. Esta corrupción sin paralelo en el sector más sentido de la población hará crisis en el corto plazo y llevará a la cárcel a varios de los que ahora le queman incienso a la secretaria Richardson.

Me dice un amigo: “Estos no son corruptos amigo, son lo que le sigue”

 

 

JABONAZO

 

Llegó a mi poder un abultado expediente sobre una constructora del D.F. WyN es su denominación. He leído solo una parte de los contratos que le fueron asignados en el 2010 y me da asco. ¿Alguien la conoce?

 

Sobre Gerardo Becerra 98 artículos
Empresario, columnista, líder social y ex consejero de Coparmex, Canaco y Canacintra.

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