Delincuentes “protegen” a la ciudadanía

Por: Rosario Vilchis

Tres estudiantes de la universidad Fray Luca Paccioli salieron a fumar, como todos los días, un cigarro de tabaco a la esquina del plantel, cuando agentes de la patrulla SSP 00325 de la Policía Morelos Seguro se presentaron a realizarles un cateo. Uno de los jóvenes se opuso a que los policías le tocaran los genitales, lo que ocasionó que el elemento de dicha corporación se molestara y le dijera “yo te toco los huevos cuando quiera”, luego  lo golpeó fuertemente en los testículos y en seguida le dio una cachetada en la oreja, provocando que el joven perdiera el equilibrio y tambaleara, al tiempo que los demás jóvenes capturaron la agresión con las cámaras de sus celulares e intercedían por el muchacho. El policía, frente a la mirada de los automovilistas que transitaban sin intervenir, siguió golpeándolo varias veces en la cabeza con la mano abierta.

 

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Policía agresor.

 

El oficial, cuyo nombre y cargo no quiso revelar, amenazó al joven con regresar a golpearlo sin uniforme. Como en el cateo no encontraron ningún objeto o sustancia ilegales, los uniformados se retiraron del lugar. El joven de 20 años, por temor a las represalias, no acudió a levantar denuncia alguna.

 

Alumnos de la Fray Luca Paccioli han mencionado que los “cateos” suceden muy a menudo afuera de la escuela y para evitar problemas con la autoridad, se tienen que aguantar sin chistar a que sean tocados en sus partes íntimas.

 

Los estudiantes van a reunirse con el director de la escuela para solicitar protección afuera del plantel, pues ya están cansados de esta situación.

 

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Este caso es uno de tantos que vemos a diario en el estado, como ciudadana no puedo dejar de indignarme y preocuparme al sentir que nuestros jóvenes viven amenazados y con el temor de caer en manos de esta escoria, cuya obligación es proteger del crimen a la ciudadanía, cuando,  paradójicamente, ellos son los criminales.

 

Es preocupante que para transitar libremente por las calles, tengamos que invertir en seguridad privada, cuando es obligación de las autoridades proporcionarnos dicha seguridad, pero más preocupante aún, que vivamos con temor a la policía.

 

Este reprobable acto de prepotencia y abuso de autoridad es una muestra de que el “Morelos Seguro” del señor Graco Ramírez es una falacia y sólo funciona allá arriba, en su mundo feliz; porque acá abajo, en donde vivimos los ciudadanos, la delincuencia nos persigue día a día. Su propia policía nos ataca.

 

¿Podremos aguantar más injusticias de este tipo sin decir nada por temor a las represalias?, ¿vamos a esperar que le pase esto a nuestros hijos?, ¿hasta dónde vamos a llegar con estas autoridades?

 

No quiero vivir, enojada, impotente, aterrorizada.

 

Sobre Rosario Vilchis 24 artículos
Escritora. Psicóloga. Ganadora del premio de cuento 2012 por el instituto de cultura de Morelos.

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