Elección Presidencial en El Colegio de México. ¿O Reelección y Simulación?

 I Parte

Gaspar Núñez Rodríguez

La densa bruma generada por el show Lozoya y conexos (por llamar de algún modo a ese lodazal infame), y por las fake news sobre el covid19 (somos el segundo país con más noticias falsas después de Turquía), hace que otros asuntos se desdibujen y pierdan relevancia. Los periodistas importantes se dedican a noticias importantes, naturalmente, y la “elección” de la presidenta o presidento de El Colegio de México pudiera parecer una cuestión menor. No lo es.

Una vez cruzado el lodazal y con algunos plumajes más o menos manchados que otros, tarde o temprano, y antes o después de las intermedias de 2021, tendremos que regresar a la realidad del país y nos daremos cuenta entre otras cosas, de que el excesivo viciamiento del medio académico y científico y de la gran mayoría de las instituciones de investigación y de educación superior (por eso pudieron hacer la famosa Estafa Maestra), no solo no ha disminuido, sino que incluso ha empeorado. Ningún país se ha desarrollado sin educación ni sin ciencia y tecnología; esa es la principal razón por la cual las “elecciones” presidenciales en El Colegio de México (Colmex) no son una cuestión menor.

A principios de este mes, la Junta de Gobierno, encargada de “elegir” a la Presidenta o Presidento del Colmex, dio a conocer la convocatoria para la “elección”, poniendo como límite el 19 de agosto para “recibir propuestas de candidaturas”. Y agrega en el cuarto punto: “La Junta señala el 7 y 8 de septiembre […] ; y el 9 de septiembre […] para recibir los puntos de vista acerca de quienes integran la lista de candidatos publicada el 20 de agosto. Las opiniones podrán expresarse de manera individual o en grupo…”.

“La lista de candidatos publicada el 20 de agosto” es la siguiente:

-Dra. Silvia Giorguli Saucedo.

Una lista que hace recordar con añoranza aquellos tiempos dorados de las  candidaturas “de unidad”.

El mes próximo concluye el periodo para el que fue elegida Silvia Giorguli como presidenta del Colmex en 2015. En esos 5 años la institución ha alcanzado niveles de descomposición sin precedentes: corrupción y componendas, violación de derechos humanos y laborales, hostigamiento y acoso, manejo opaco de recursos, etc. La otra cara de la moneda es, por supuesto, el favoritismo hacia los cercanos al poder, hacia los “perfiles consistentes”.

La candidatura única de Silvia Giorguli es un claro síntoma de esa descomposición. Cuando le pregunté a uno de mis contactos en el Colmex si había candidatura única, contestó de forma lacónica y lapidaria “Si porque las cartas están marcadas”.

Al menos 4 de las 7 personas que componen la Junta de Gobierno, fueron posicionadas durante la gestión de Silvia Giorguli.

Miembros de la Junta de Gobierno de El Colegio de México

En un documento de 10 páginas, del 23 de agosto de 2015, el entonces Defensor de los Derechos de la Comunidad de El Colegio de México, Dr. Sergio Aguayo Quezada, a modo de despedida hace una especie de síntesis de la situación del Colmex desde la perspectiva de su gestión:

De las tres áreas problemáticas detectadas por el Dr. Aguayo destaca la tercera “c) la cultura en este terreno deja bastante que desear”, refiriéndose a los derechos humanos a juzgar por el párrafo anterior. Demás está decir que la luego presidenta Silvia Giorguli no tomó en cuenta las mencionadas reflexiones ni las sugerencias hechas al final del texto, por el contrario, hubo cosas que incluso empeoraron.

Escribe el Dr. Aguayo: “El 10 de junio del 2011 se reformó la Constitución en materia de derechos humanos. El marco general que debiera normar la vida El Colegio de México, es el artículo 1° constitucional, el cual establece claramente la obligación de interpretar las normas relativas a los derechos humanos “favoreciendo en todo tiempo a las personas”, para darles la “protección más amplia” (principio Pro personae).”

Una de las partes más importantes del artículo 1° está al final del tercer párrafo: “…  el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a los derechos humanos, en los términos que establezca la ley.” Que es un claro mandato para el Estado, sin embargo, el Estado es omiso al respecto: instituciones como el Colmex pueden violar derechos humanos (y muchos más) con toda impunidad, e incluso en contubernio con la CNDH.

Más adelante agrega el Dr. Aguayo, enfatizando con negritas: “La normatividad existente en El Colegio de México, y algunas decisiones de la autoridad, están alejadas de las reformas constitucionales y de la interpretación pro personae” Y utiliza una serie de casos para ejemplificar sus comentarios.

Uno de esos casos es el siguiente:

Y agrega más adelante:

Y por supuesto, no se tomaron las medidas ni se impidió la repetición, ni se preservan los valores humanitarios por los cuales el Colmex ha sido ampliamente reconocido. En mi caso, en el de un grupo de empleados de la Biblioteca, y en otros casos, durante la administración de Silvia Giorguli se han violado todos esos derechos y más.

Otro de los casos a los que se refiere el Dr. Aguayo es de discriminación por edad:

Esto afectaba a los siguientes cargos y órganos: Presidencia, Dirección de los Centros, Junta de Gobierno, Consejo Académico, Comisión para nuevas contrataciones, y Junta de Profesores-Investigadores. Después de estudiar el caso el Dr. Aguayo concluyó que “… las limitaciones por edad fijadas en el Estatuto Orgánico del Colmex violan los derechos de integrantes de nuestra comunidad.” (negritas mías). Y recomendó a las autoridades fundamentar las razones para imponer límites de edad o bien eliminarlos. No recibió respuesta.

El artículo 20 del actual Estatuto Orgánico, que establece los requerimientos para ser titular de la Presidencia de El Colegio, tiene como segundo requisito:

b) Ser mayor de 35 años y menor de 65 en el momento de su elección. En caso de reelección, este último requisito no será aplicable; (sic¡)

El Estatuto vigente contiene modificaciones aprobadas hasta en mayo de 2018. Es decir, la administración Giorguli ha tenido suficiente tiempo, pero ha hecho nulo caso de una violación de derechos claramente analizada y calificada por el Dr. Aguayo como Defensor de los Derechos de la Comunidad. Este hecho no es trivial, veamos.

Hay en el Colmex académicos y académicas que rebasarían con creces los requisitos establecidos por el art. 20; de brillante carrera académica y de probidad sin tacha alguna, serían candidatos excelentes y eventualmente Presidentes idóneos del Colmex (suponiendo que “las cartas no estuvieran marcadas”). Resulta obvia la razón por la que se mantiene esta discriminación que constituye una violación flagrante del artículo 1° constitucional.

Dicho de otro modo, la violación de derechos en el Colmex se mantiene institucionalizada, ante la mirada impasible, y la ratificación complaciente, de la Asamblea General de Socios Fundadores (en una próxima entrega estudiaremos el papel de esta “Asamblea”).

El Dr. Aguayo finaliza su documento como sigue:

Completamente de acuerdo; pero lo que ha sucedido durante los últimos 5 años no ha sido “la mejor defensa de los derechos”, sino lo contrario.

Volviendo a la “elección”. El art. 16 del Estatuto Orgánico, por lo visto no exento de cierta demagogia, dice en su primer párrafo:

ARTÍCULO 16. A fin de garantizar la participación de los profesores-investigadores en la elección de quien ocupará la Presidencia de El Colegio y de que la pluralidad de puntos de vista sea debidamente recogida, la Junta de Gobierno establecerá las bases de la consulta y la recepción de propuestas de candidatos y programas de trabajo.

Y la Junta de Gobierno en su convocatoria pone días y horas para “recibir los puntos de vista acerca de quienes integran la lista de candidatos publicada el 20 de agosto. Las opiniones podrán expresarse de manera individual o en grupo…”. Si no fuera tan preocupante, podría uno reírse.

El Colegio tiene muchas cosas positivas y virtudes, por supuesto, pero la plena libertad de expresión, la libertad de pensamiento y de crítica, la libertad del debate franco, no es una de ellas. Y menos si se trata de exponer puntos de vista acerca de quienes integran la lista de candidatos, en un “proceso electoral” en donde esa lista solo tiene el nombre de una persona, y esa persona ya ha mostrado durante 5 años sus capacidades y logros.

En un artículo del 23 de agosto de 2020 en La Jornada, el Sr. José Agustín Ortiz Pinchetti dice:

“México tiene, entre otros, tres grandes vicios colectivos. En este momento crítico estamos afrontándolos. Son la simulación, la corrupción y el fraude electoral. (Negritas mías). Conductas reprobables, arraigadas, viejísimas, hábitos que han atravesado las generaciones…”

Por lo que hasta aquí sabemos y hemos analizado, el “proceso electoral” en curso para asignar la Presidencia del Colmex, presenta bastantes síntomas de ser una simulación, es decir, una farsa más. Corresponde a la Junta de Gobierno demostrar que no es así, que “En este momento crítico estamos afrontándolo[s]” para “que se preserven así los valores humanitarios por los cuales el Colmex ha sido ampliamente reconocido”; y que la Institución tiene aún la capacidad y la sanidad suficientes para proseguir desarrollando el enorme legado de Don Alfonso Reyes, de Don Daniel Cossío, de Don Víctor Urquidi, y de muchos otros que con una gran vocación, mucho talento y denodado esfuerzo, dieron lugar a una de las instituciones académicas más emblemáticas de México, de mayor excelencia y honestidad, para el servicio de nuestro país.

Investigador Nacional Nivel I

@DrGasparNunez

 nuroga@yahoo.com

Gaspar Núñez Rodríguez

Ingeniero Agrónomo Especialista en Economía Agrícola por la Universidad Autónoma Chapingo; Maestro en Economía por El Colegio de México; Doctor Cum Laude por la Universidad Autónoma de Barcelona; Investigador Nacional Nivel I por el Sistema Nacional de Investigadores.