La contratación de profesores-investigadores en las instituciones “superiores”

El caso del Colegio de México y Silvia Giorguli.

Segunda parte: Discriminación y violación de derechos

 

AL PARECER, y considerando la opinión de varios de los sesudos analistas que constituyen la nata y el jocoque de la intelectualidad mexicana, en las elecciones de junio, Morena y la 4T no ganaron ni perdieron, sino todo lo contrario. Ante una 4T que a casi la mitad de su gestión exhibe notables falencias en sus principales promesas, y que trata de mantener su vigencia y popularidad a golpe de mañaneras, una vez más la apatía se apoderó de gran parte del electorado nacional, la decisión de los votantes para manifestarse en 2018, después de una podredumbre extrema y ya insoportable por parte del prian, perdió su impulso ante el deslucimiento 4tetero. Un cálculo conservador indica que al menos la mitad de los más de 30 millones de votantes que tuvo Amlo en 2018 no son Morenistas ni Amlistas, a dónde irá su voto en 2024 es un misterio espelucinógeno (sin contar a los muchos que después de apoyar por décadas a Amlo estamos decepcionados). Uno habría esperado que a casi la mitad del sexenio de tan prometedora 4T el avance entre los adeptos en la CDMX, que tendría que ser bastión principal del morenismo, sería considerable; no ha sido el caso. Si bien la cantidad de gubernaturas fue alta (algunas en estados con una cantidad no muy grande de votantes), p.ej., en NL ganó un senador por demás inefable, el famoso Sammy, el mismísimo que aseguraba que había personas que podían vivir con un miserable sueldo de 50mil pesos al mes y que sufría mucho yendo al campo de golf presuntamente a “trabajar”¡¡¡. Por otra parte, la mayoría lograda por Morena en las cámaras es una mayoría simple, lo cual significa que para iniciativas de envergadura tendrán que negociar a precios excesivamente altos, como lo que ya ha sucedido con el negocio llamado PVEM de la familia del niño verde, negocio al que le ha estado yendo de maravilla con la 4T.

            SI SE MANTIENE LA MEMORIA, los susodichos votantes no olvidarán las más de dos docenas de fallecidos en la línea dorada, y un gran número de damnificados, gracias a la corrupción del carnal Marcelo y del poderoso empresario que ahora también participa en la construcción del tren maya (y de la corrupción de las sucesivas “autoridades” del DF y la CDMX, quienes hicieron caso omiso de las múltiples advertencias). Por cierto, un presidente de Morena como Mario Delgado, con todas las suciedades que hizo, presumiblemente bajo las órdenes de su jefe, no parece la mejor estrategia para sanear la vida pública-política del país, y no hay diferencia notable entre tal presidente y, p.ej., su homólogo del PRI. Mario Delgado fue condiscípulo de la candidata de NL en Nixvm. Por otro lado,  todo indica que su jefe saldrá completamente impune del caso línea dorada, excepto por la memoria de los votantes si es que funciona (una memoria de más largo plazo también nos haría recordar cómo se hizo multimillonario el empresario antes mencionado: arreglando  “negocios” con Salinas de Gortari, es decir, apoderándose inmoralmente del patrimonio de los mexicanos).

            UNA PROFUNDA DISTORSIÓN que continuará impidiendo el desarrollo de nuestro país es la incapacidad que tenemos para reconocer las cosas por lo que son y para llamarles por su nombre,  llamar “políticos” a los grillos y chapulines chapuceros que pululan por todo el panorama nacional es algo completamente absurdo (un vicio reproducido continuamente también por los periodistas de alto pedigrí). Otro ejemplo más inmediato y triste, éste a cargo de los ciudadanos, es llamarle “negligencia” (así apareció en una encuesta) a la corrupción que generó la tragedia de la línea 12; y sería prolijo enumerar más. Es evidente por sí mismo que llamar “negligencia” a la corrupción impedirá combatirla (bueno para Ebrard, Mancera, y Sheimbaum¡).

            GERTZ MANERO AL SISTEMA NACIONAL DE INVESTIGADORES. La noticia se propagó a mediados de junio y cayó como un cubetazo de agua fría sobre una gran parte de los “investigadores nacionales”. Reproduzco un comentario suficiente publicado por Julio Astillero:

 

Esta designación es, al menos, una muestra más del menosprecio de la 4T hacia el sector académico (científico y educativo), menosprecio bien manifestado al entregar primero la SEP a Esteban Moctezuma y por tanto al proyecto de TV Azteca (del bien conocido “cuate” de Amlo), y poniéndola después en manos de alguien como la maestra Delfina, cuya falta de idoneidad ha sido bien documentada. De paso, ahora resulta que Moctezuma, ex-presidenciable priísta, es uno de los principales “progresistas” mencionados por Amlo para darle continuidad y un mejor futuro a la inefable 4T (cosas veréis¡¡¡).

            Y ENTRANDO EN MATERIA. Dicha designación también muestra, a mi juicio, la nula intención de la 4T de sanear el ambiente de profunda corrupción, tráfico de influencias, opacidad, violación de derechos, etc. que impera en las instituciones “superiores” del país; de lo que ya hemos documentado varios casos, entre ellos la UNAM con Graue y el Colegio de México con Silvia Giorguli (una institución que había mantenido una sanidad relativamente aceptable hasta la llegada de la mencionada).

Durante la administración de Javier García-Diego, el formato de los informes anuales constaba de un Informe Académico con dos documentos: Un informe de actividades y uno por centro de estudios. El primero contenía las actividades de la institución incluyendo la parte administrativa y presupuestaria, y el segundo las actividades  

académicas de los profesores-investigadores, incluyendo a los investigadores “de proyecto”, una figura inicialmente instituida para facilitar la participación de investigadores en proyectos específicos, que eventualmente podían acceder a la posibilidad de concursar para trabajar permanentemente en el Colmex, dependiendo de su desempeño.

En la imagen siguiente, aparece el personal académico del Centro de Estudios Económicos, con Julen Berazaluce en primer lugar (quien ingresó varias semanas después que yo también como investigador “de proyecto” y como “Candidato” en el SNI), y en el honroso último lugar aparece un humilde servidor en la sección de personal sin SNI. Valga notar que éramos 6 por contrato: 2 en el SNI y 4 sin SNI. Aunque no todos éramos iguales, algunos pertenecíamos a la casta de los intocables (“de proyecto”) y otros a la casta superior (“profesor-investigador). Ya aparece también Diana Gama como como “profesora investigadora” sin SNI.

 

                                                                                           

                                               Fuente: Informe de Actividades 2014, p. 75.

            Aunque yo entré al SNI en 2005 y luego obtuve el Nivel I para 2011-2013, en 2014 ya no lo tenía gracias a los sofisticados “criterios” de las omnipotentes comisiones dictaminadoras, esto causó que el IPN ya no me renovara los contratos semestrales bajo los que había estado laborando durante aprox. 4 años (obviamente violando mis derechos laborales), bajo el argumento de que no les daba la gana. Así, algunas comisiones dictaminadoras han utilizado el SNI en sentido contrario a su espíritu: para perjudicar a los investigadores en lugar de apoyar el desarrollo de su carrera y líneas de investigación. En 2015, ya en el Colmex, me otorgaron nuevamente el nivel I, que he mantenido hasta hoy; ¿qué sucederá el próximo año?, es un completo misterio, la estabilidad de los criterios y evaluaciones no es un concepto asociado al SNI, de hecho con mucha frecuencia, se ha dado el caso de comisiones dictaminadoras que actúan con absoluta arbitrariedad (sin contar los casos de tráfico de influencias, componendas, conexos y similares). Tampoco hay indicios de que a la 4T le importe esto.

CON SU ASCENSO AL PODER, la excelentísima y honorable señora presidenta Silvia Giorguli cambió el formato del informe anual que se concentró en un documento de entre 150 y 160 páginas, en donde, entre otras cosas, nos hizo invisibles a los “de proyecto”, esta fue una de sus primeras contribuciones a la “transparencia” de la institución.

En la imagen siguiente, página 74 del informe 2015 ya elaborado por la mencionada, aparece el personal del Centro de Estudios Económicos: los investigadores “de proyecto” ya somos invisibles; comienza así una larga serie de discriminaciones y violaciones de derechos humanos y laborales, no solo en mi contra sino contra muchos, desafortunadamente el temor de la mayoría hace que el silencio de los afectados se convierta en cómplice de tal señora y sus esbirros. En mi caso, esa prolongada serie culminó cuando me corrieron a principios de 2019 de la forma más vil y sucia posible.

En el 2015 aparece una nueva profesora-investigadora, Luz María Sinaia, por contrato y sin distinción, desconozco los méritos extraordinarios que motivaron su contratación en tal estatus.

Aunque aún se dan apariciones esporádicas de mi nombre en los informes anuales, ya nunca aparecemos los investigadores “de proyecto” como parte del personal del centro, siendo el obvio propósito el de la violación solapada de derechos y el tráfico de influencias cuando convenga. En ese mismo informe de 2015 aparece mi nombre como lector de una tesis dirigida por Horacio Sobarzo. Nunca tuve conocimiento de tal tesis hasta ahora que veo mi nombre ahí.

 

            En el informe de 2016 solo aparece mi nombre asociado al Centro de Estudios Económicos, página 70, porque hice un libro y es conveniente para lucir la productividad del centro.

 

            En el informe de 2017 aparezco como asesor de una tesis de maestría, página 120. Y en el informe de 2018 ya no aparece mi nombre en ningún lado aunque, solo en ese año, publiqué 3 artículos en revistas arbitradas de reconocido prestigio, un capítulo de libro, y dos documentos de trabajo, sin contar otros resultados y actividades. 2018 es el año en que mi carrera como investigador comienza a tener su mejor periodo de productividad, a principios del siguiente año se ve truncada una vez más por la corrupción y la descomposición imperantes en el medio académico del país, esta vez gracias a Silvia Giorguli y sus compinches.

 

Volviendo al 2015, tampoco aparece Julen Berazaluce porque habiendo ingresado un poco después que yo, lo hizo  también como investigador “de proyecto”, sin embargo al año siguiente a él le dieron la oportunidad de ingresar como profesor-investigador, oportunidad que a mí me negaron sistemáticamente a pesar de que mi CV y mis resultados estaban ya por encima de los que este investigador presentaba, desconozco cuales serían sus méritos extraordinarios, pero la discriminación en mi contra durante los años siguientes fue evidente. En 2015 yo ya había obtenido el nombramiento de Investigador Nacional Nivel I, para el periodo 2016-2018.

 

            En el 2016 Julen Berazaluce aún no aparece como parte del personal del CEE, pues continuaba como investigador “de proyecto”, y Adriana Gama sigue como Profesora-Investigadora “sin distinción”, es decir, que después de varios años en el Colmex no había logrado entrar al SNI ni como candidata, lo que supuestamente es uno de los principales requisitos para nuevo ingreso y permanencia en la institución. También desconozco cuales serán sus méritos extraordinarios. También sigue “sin distinción” como profesora-investigadora por contrato Luz María Sinaia.

En el 2017 ya aparece Julen Berazaluce en el flamante primer lugar (por orden alfabético) como “Candidato”

y en la categoría “Contrato”. Aparece también por “Contrato” una nueva profesora-investigadora que tampoco tenía mejor CV ni mayores resultados que los que yo presentaba, Laura Juárez, tampoco conocí cuales fueron sus méritos extraordinarios. Adriana Gama seguía como Profesora-Investigadora por contrato “sin distinción” y también Luz María Sinaia; y aparecen dos nuevas profesoras-investigadoras por contrato y “sin distinción”, Aurora Ramírez y Diana Terrazas. Tampoco sé cuales serían sus méritos extraordinarios. El tráfico de influencias y la discriminación en mi contra ya eran del todo evidentes sin que por supuesto se pudiera hacer nada al respecto. El sindicato es poco más que una figura decorativa, aunque debo reconocer que trataron de apoyarme.

 

En 2018, ya evidente para todo el mundo la discriminación y violación de derechos en mi contra, y patente el tráfico de influencias en las nuevas contrataciones sin que nadie osara decir palabra alguna en contra de la poderosa presidenta y sus esbirros, el SNI tuvo a bien refrendar mi pertenencia en el nivel I.

 

COLOFON TRISTE. Por el 25 de mayo recibimos la triste noticia del fallecimiento de Mauricio de María Y Campos, excelente persona, hombre de su tiempo y del nuestro también, analista dotado mantuvo una columna en El Financiero y, con una larga carrera en el servicio público y una gran estatura intelectual (que no le impedía sostener interesantes charlas personales con uno), se convertía en un agradable espíritu catalizador de la buena convivencia entre los comensales que nos reuníamos consuetudinariamente en el comedor de profesores del Colmex. Quiero decir que Mauricio era de las personas que sí duele mucho que se vayan.

Y fue otro de los investigadores que sufrió el embate de Silvia Giorguli y sus esbirros, lo corrieron sin ninguna consideración, ni respeto, ni justificación razonablemente válida, probablemente porque no convenía, ni se hubiera prestado, a sus intereses mezquinos. No pensaba escribir esto, pero en el colmo de la hipocresía publicaron un comunicado “lamentando profundamente el sensible fallecimiento”. Cualquier cosa con tal de mantener “la imagen”, la farsa, las simulaciones que conducirán al logro de sus siguientes objetivos deleznables, en resumen el brillo de la indecencia (que al parecer es el único que en México cuenta, muy raras las excepciones).

 

Dr. Gaspar Núñez Rodríguez

Investigador Nacional Nivel I

@DrGasparNunez

https://www.researchgate.net/profile/Gaspar-Nunez  

14 de julio de 2021.

 

Sobre Gaspar Núñez Rodríguez 41 artículos
Ingeniero Agrónomo Especialista en Economía Agrícola por la Universidad Autónoma Chapingo; Maestro en Economía por El Colegio de México; Doctor Cum Laude por la Universidad Autónoma de Barcelona; Investigador Nacional Nivel I por el Sistema Nacional de Investigadores.

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