La estafa maestra y la corrupción e impunidad en las instituciones “superiores” Parte II

 

 

Gaspar Núñez Rodríguez

 

Consumatum est. La FGR de la fabulosa 4T cumplió uno de sus más fantásticos cometidos: hacer justicia al general 100fuegos. Justicia marca 4T, nada más pero nada menos. Lejos queda la pesadilla de aquellos miles de fojas esgrimidas por la fiscalía gringa (hasta Epigmenio Ibarra y Noroña reaccionaron vívidamente). El futuro es ahora claro y promisorio.

 

¿Alcanzará la misma clase de justicia a las autoridades de las instituciones superiores, como las corruptas del Colmex “lideradas” por Silvia Giorguli? Por supuesto¡ El viejo truco está de moda: Que todo cambie para que todo siga igual.

 

Otro botón de muestra. El 10 de enero de 2021 AD, fui a Cuitzeo. La foto muestra lo que está quedando de los lagos azules que Michoacán presumía: resequedad y polvo. Solo queda un espejito de agua en la margen derecha viniendo de Morelia por la carretera libre, que seguramente no resistirá a la cuaresma. Sin ser experto me atrevería a decir que el tramo de cuota a Salamanca, que volvió a escindir el lago, fue un tiro de gracia. El costo ecológico y para el bienestar de los habitantes de la región, es incalculable. ¿Le importa algo a la 4T? En absoluto.

 

Por otro lado, la 4T está invirtiendo una cantidad desconocida de cientos de millones de pesos en ese avieso programa llamado “sembrando vida”. Un proyecto ya muy corrompido y sin resultados significativos (esto no me lo han contado, yo lo he visto personalmente). Lo único que se puede concluir es que su objetivo no enunciado, es el de cautivar a una clientela electoral que responda en los comicios. Los lagos que se jodan. (No me sorprendería saber que los buitres que siempre buscan enriquecerse a costa de lo que sea, ya estén especulando sobre los terrenos).

 

Lago de Cuitzeo. 10 de enero de 2021.

COGITO ERGO SUM (sin albur). ¿Qué tiene todo esto que ver con el tema que nos ocupa? Tiene todo que ver. Se trata de cuestiones sistémicas, es importante mantener a raya el argumento de los “casos aislados”, pues no hay tales. Y es importante mantener la visión amplia, evitar enfoques miopes. A medida que el sexenio avance, la impunidad que la 4T se ha dedicado a garantizar a diversos personajes y estamentos, así como la deplorable conversión de un proyecto de nación en vil proyecto político (con Mario Delgado convirtiendo rápidamente a Morena en el nuevo PRIAN), pueden tener consecuencias cada vez más adversas para el país.

 

PERO A LO QUE VAMOS. El 19 de diciembre de 2020 el periodista Arturo Sánchez Jiménez publicó en La Jornada el artículo “Académicos de la UNAM organizan fondo para docentes no recontratados”. El título ya es de lo más ilustrativo y el contenido vale la pena. Termina con el siguiente párrafo:

“De acuerdo con datos oficiales, cerca de 70 por ciento de los más de 44 mil docentes de la Universidad Nacional son profesores de asignatura, y sólo alrededor de 30 por ciento son profesores de tiempo completo”.

 

Es decir, 30 mil o más, de los 44 mil, son docentes subempleados que en condiciones pírricas, en situación laboral por demás precaria, “educan” a los futuros tecnólogos, científicos, investigadores, académicos, profesionistas, del país. Y no se trata de un “caso aislado”. En todo México, la corrupción de las universidades públicas ha conducido a una situación muy parecida: una minoría de docentes de tiempo completo y de planta que son las divas de las universidades (incluido el IPN y similares), y una gran masa de subempleados en precariedad cuyos derechos laborales son violados contrato tras contrato. Como diría aquel político “aquí se viola la constitución todos los días”.

 

¿Le importa esto a la 4T? No hay señal alguna. El paso de Esteban Moctezuma por la SEP, y luego el nombramiento de la maestra Delfina muestran que, un ministerio que en cualquier país más o menos civilizado se considera prioritario y estratégico, para la 4T no es más que otra ficha del dominó político. El impresionante desparpajo con que la Maestra Delfina declaró que no iba a cambiar nada en la SEP es una lápida en toda forma. El rezago que con pretexto del covid se está ahondando implicará lustros y hasta décadas para eliminar la brecha, si es que algún día se elimina. Hace unos meses leí un artículo cuya autoría no recuerdo ahora, en el que se mostraba que de cada 10 estudiantes que terminan la preparatoria, 6 no saben leer; sería interesante saber qué pasa con los 4 que sí aprenden a leer ¿Cuántos llegan a universidades públicas en donde una de las primeras cosas que aprenden es que lo que cuenta no es el trabajo honesto y los resultados, sino la grilla y otras cosas?

 

El 24 de enero Laura Poy publicó en La Jornada el artículo “El Covid también dañó la calidad de la enseñanza, dicen alumnos”, el testimonio de una alumna, reproducido abajo, es inquietante y deprimente: ¿Cuántos jóvenes mexicanos están abandonando su formación ya desde la prepa?

 

Mientras tanto el INEGI, tendencioso como siempre, y ahora con la ex-secretaria de economía como vicepresidenta, anuncia con bombo y platillo que: (https://www.sinembargo.mx/25-01-2021/3929489)

 

 

Enorme “logro” del prianismo. Parece obvio que quienes declararon esto desconocen la abismal diferencia que hay entre “años de escolaridad” y “nivel de educación” o “calidad educativa”; tal vez alguno de los que no aprendieron a leer en la prepa. Y con una SEP en manos de una profesional plenamente comprometida a no hacer nada, lo más probable es que muchos no lleguemos a ver un buen sistema educativo, si algún día se logra.

 

Interludio (“jugar en medio o a ratos”). A lo largo de más de dos decenios, millones de mexicanos conformamos lo que luego se llamó “el voto duro” de Amlo, y lo apoyamos consistentemente, hasta el voto de los más de 30 millones en 2018. Pero no todos los “voto duro” éramos iguales, por maniqueísta que pueda sonar creo que se trataba principalmente de dos grupos no siempre con puntos en común: el de quienes buscaban el lucro personal, el posicionamiento mezquino, los oportunistas y arribistas corruptos de siempre (y que ahora Morena se dedica a atraer y a encumbrar con singular alegría); y por otro lado quienes creíamos en el proyecto de Amlo y deseábamos el mejoramiento de nuestro país, sin buscar ni esperar (e incluso sin querer) puesto ni hueso alguno. Y como casi siempre, están ganando los primeros, porque de los primeros es el reino (y el que tiene más saliva traga más pinole).

 

Lógicamente, en virtud de los diferentes objetivos los compromisos eran distintos, muchos del segundo grupo nunca prometimos apologismo acrítico y menos aún sumisión incondicional. Muchos antiguos y antiguas camaradas no perdonan mi posición crítica; como me decía una vez un “amigo” aparentemente en broma (pero entre broma y broma, la verdad se asoma): “has logrado unificarlos a todos en tu contra”. Resignación; tal es el sino del ave solitaria, que tajante rechaza en las alturas la compañía de los buitres; y la de bestias carroñeras terrestres, ni se mencione. O como diría el gran Salvador Díaz Mirón “la adversidad podría quitarme el triunfo, pero no la gloria”. 😉

 

Volviendo al tema.

CHAPINGO Y LOS “CONVENIOS DE COLABORACIÓN”. A fines de 2019 la Auditoría Superior de la Federación (ASF) realizó una auditoría a la Universidad Autónoma Chapingo (UACh), sobre Convenios de Coordinación, Colaboración y Acuerdos Específicos. El universo seleccionado fueron 87.6358 millones de pesos, y la muestra auditada 35.6384 millones de pesos (40.7% del universo).

 

En el primer pliego de observaciones la ASF concluye:

Y más adelante:

El segundo pliego de observaciones, del mismo documento de la ASF, es muy revelador:

 

Es decir, los “convenios de colaboración” utilizados por la CNDH para “dispersar” en torno a 80 millones de pesos al Colmex de Silvia Giorguli y a la UNAM de Graue burlando las disposiciones legales obligatorias, distan de ser un “caso aislado” (si todo va bien, en futuras entregas veremos otros “ejemplos”).

 

¿Recibirán las “autoridades” corruptas de las instituciones públicas “superiores” algún castigo o sanción, por utilizar de tal manera los “convenios de colaboración”? Lo más probable es que no, y que seguirán haciéndolo con toda tranquilidad. La fantástica 4T parece estar decidida a brindarles toda la impunidad posible (o sea la misma de “antes”), además, parece estar muy ocupada rescatando a los impolutos mártires del Ejército mexicano que caen en las malvadas garras de los fiscales gringos. Así que business as usual, las autoridades corruptas del Colmex y similares pueden seguir operando con tranquilidad.

 

En resumen, “autoridades” corruptas en las instituciones públicas “superiores”, que utilizan “convenios de colaboración” e “instrumentos” derivados y similares para dañar o perjudicar, o ambos, a la Hacienda Pública Federal, y además, por otra parte, violando consuetudinariamente derechos constitucionales y laborales, mantienen en condiciones miserables a una enorme masa de profesores en todo el país, quienes son, a su vez, los que se encargan de “preparar” a los profesionistas, científicos, tecnológos del país (y esas no son las únicas lindezas que hacen tales “autoridades”).

 

Y para finalizar, es bien sabido que la educación de calidad, incluida la de los militares, es el mayor antídoto en contra del autoritarismo ¿será por eso? Delfina no hará nada por una educación que la mayoría sabemos es absolutamente, fundamentalmente, incondicionalmente, necesaria para el desarrollo del país. La administración de Amlo está en camino de convertirse en una frustración peor que la del “voto útil” de Fox. Solo faltaría que el canallín gane las próximas presidenciales.

 

 

Dr. Gaspar Núñez Rodríguez

Investigador Nacional Nivel I

@DrGasparNunez

 

 

Sobre Gaspar Núñez Rodríguez 41 artículos
Ingeniero Agrónomo Especialista en Economía Agrícola por la Universidad Autónoma Chapingo; Maestro en Economía por El Colegio de México; Doctor Cum Laude por la Universidad Autónoma de Barcelona; Investigador Nacional Nivel I por el Sistema Nacional de Investigadores.

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