La tragedia de Torreón es parte de una sociedad violenta y del fracaso del gobierno

MAESTRA MARIA ASSAF MEDINA.- FUE UNA DOCENTE EJEMPLAR, SEÑALARON QUIENES LA CONOCIERON.

 

 

 

YO ACUSO

 

 

Armando Vargas Mora

 

 

 

                                               “Entre un gobierno que hace lo

                                               hace mal y un pueblo que lo

                                               consiente, hay una cierta

                                               complicidad vergonzosa

                                                            Víctor Hugo.

 

Apatzingán, Michoacán; 13 de Enero de 2020.- La tragedia de Torreón, ocurrida apenas el viernes anterior, necesariamente nos transporta a lo que aquí hemos venido señalando desde hace tiempo, la ausencia del estado de derecho y el rotundo fracaso gubernamental, y no me refiero al actual gobierno federal exclusivamente, esto viene desde hace muchos años y en los tres niveles, de tal suerte que vamos de generación en degeneración.

 

Incuestionablemente que esto que ocurrió en Coahuila, debe ser un grito desesperado de una sociedad que, un día sí y al siguiente también, estamos viendo cómo ocurren masacres por racimos en todo lo largo y ancho del territorio mexicano, y lo que faltaba, una réplica de lo que en el vecino país del norte ocurre con cierta frecuencia; de momento no recuerdo en nuestro México que hubiese ocurrido algo tan lamentable y trágico, como lo ocurrido con este niño que mató a su maestra de inglés e hirió a seis de sus compañeritos, unos de extrema gravedad.

 

Desde luego que el problema tiene muchas implicaciones, en primerísimo lugar exhibe a un gobierno incompetente, un gobierno que ha fracasado rotundamente en virtud de que no cumple con su obligación constitucional de brindar absoluta protección a los ciudadanos y sus respectivos patrimonios; un gobierno que de facto no tiene el poder monopólico del uso de las armas para poner orden, todo lo contrario, sobran los videos y las informaciones mediáticas en que el ejército mismo ha sido sometido por los malandrines, no digamos las otras policías que en diversas ocasiones han sido cobardemente emboscadas y masacradas.

 

¿El problema son las armas? No, exclusivamente, son varios los factores.

Pero hablando de la posesión de las armas en poder de los particulares, en Estados Unidos de Norteamérica por ejemplo, con una población de unos 327 millones de habitantes, éstos tienen en su poder algo así como 397 millones de armas, es sumamente fácil comprar armamento en estados como el fronterizo Texas. En cambio en México, con una legislación endurecida para la compra de esas armas, donde existe un solo vendedor y para intentarlo se tiene que enfrentar en primer lugar con una auténtica fortaleza para manifestar su deseo para la defensa propia, avalada por la propia constitución inclusive, se es sujeto a una revisión e investigación y me dicen que sus costos son sumamente elevados. Pero, ¿cuántos millones de armas hay entre los civiles en México? Es un verdadero enigma, nadie lo sabe, lo que sabemos es que la delincuencia cuenta con armamento sofisticado, lo de Culiacán es ilustrativo para vergüenza de México ante el mundo, aunque hay que decirlo, la decisión del equipo de seguridad fue el menos malo.

 

Hace unos tres años que el entonces senador de la República Jorge Luis Preciado Rodríguez, tal vez agobiado por tantas matanzas que se han venido sucediendo (desde mucho antes y después), lanzó una iniciativa a efecto de que los particulares pudieran tener armas en sus domicilios y comercios, así como en sus vehículos. Dicha iniciativa causó controversia como es lógico de suponer, algunos medios televisivos y periodísticos se le fueron a la yugular, lo que pretendía Preciado Rodríguez era una reglamentación de su propuesta. A raíz de lo anterior muchos nos preguntamos, ¿Y cuántas armas existen en México en manos de particulares? De manera conservadora hubo quien, en ese tiempo señalaron unas 15 millones. Es una verdadera incógnita, pero creo que hay muchas más. El caso es de que José Ángel, ese niño que apenas cursaba el sexto año de primaria tuvo acceso para dos, una calibre 22 y otra calibre 40, pero además preocupantes es también el hecho de la destreza con que las accionó, al parecer nueve disparos en total, con los resultados ya descritos en el Colegio Cervantes.

 

Y como siempre, a los problemas difíciles, los políticos pretenden dar explicaciones fáciles y simplistas como es el hecho de culpar a los videojuegos con material con apología violenta, una declaración política a un problema social grave, con la latente posibilidad de réplicas, esto es más que preocupante.  

                                           

MAESTRA MARIA ASSAF MEDINA.- FUE UNA DOCENTE EJEMPLAR, SEÑALARON QUIENES LA CONOCIERON.

Es incuestionable que la tragedia de Torreón exhibe los descuidos, incapacidades y el fracaso del poder político, estamos hablando de décadas. ¿Cuánto se invierte año con año en la prevención del delito? Muchos millones, pero desde siempre, es la corrupción la que devora todo a su paso, la avaricia puede más que la sensibilidad para atender esta pobre sociedad que día a día agoniza.

 

También hay que decir que el descuido de los padres es evidente, estamos viviendo en una sociedad en descomposición, la desintegración familiar va en aumento; realmente es un problema mucho muy preocupante.

 

El presidente López Obrador ha dicho que enfrentará las desgracias como la de Torreón “trabajando por la integración de las familias y el fortalecimiento de los valores”.

 

Nueve balazos, dos pistolas.

Los reproches están al orden del día, al igual las medidas de prevención para tratar de subsanar este hecho. El chamaco no hubiera cometido tan aberrante hecho de no haber tenido esas armas, dicen.

 

Cabe hacer notar que la directora de esa escuela, tiempo atrás trató de implementar el programa llamado “mochila segura”, sin embargo en reunión de padres de familia se echó para atrás dicha medida, argumentando la privacidad de los chamacos. De lo anterior la maestra exhibió el resolutivo con un documento donde se hace constar el rechazo a su propuesta.

 

Muy lamentable para todas las víctimas, una maestra ejemplar, sus compañeritos y el mismo chamaco. Mientras tanto la Secretaría de Gobernación ordenó a los medios no difundir los nombres, la censura vil y una patada a las libertades.

 

Hoy surgen muchas interrogantes: ¿Cuántos millones de armas habrá realmente en México? ¿Cuánto tiempo pasará para que el estado haga valer su uso monopólico? ¿Cuánto tiempo pasará para que el estado brinde realmente protección a los habitantes? ¿Habrá más indeseables acontecimientos como la tragedia de Torreón? ¿Cuándo el ESTADO DE DERECHO será digno de ese nombre? ¿Habrá más Assaf Medina que salió viva de su casa a dar clases solo para encontrar la muerte, víctima de esta descomposición que estamos viviendo? ¿La culpa es en su conjunto de toda la sociedad? ¿Es el desinterés en su conjunto del gobierno, padres de familia, inclusive los maestros mismos? ¿Cómo permea todo lo anterior en los jóvenes? ¿Es cuestión educativa, que tiene que ver con el hogar y no con la instrucción escolar? ¿Y la desintegración familiar? ¿Y la exposición mediática (periódicos, noticieros de TV, radiofónicos y redes sociales) a la violencia? ¿La normalización de los miles de asesinatos y la violencia cotidiana, cómo influye en los adolescentes? ¿La apología del delito en algunos medios? ¿La fascinación por llegar a ser uno de los capos famosos? ¿Tiene qué ver el odio del adolescente por el bullying muy común o cotidiano?

 

¡Orientación antes que represión!

Debemos encausarlos como personas útiles y con valores, esa es la clave, cómo hacerlo nos corresponde a todos.

 

 

                                              

Sobre Armando Vargas Mora 223 artículos
Contador y analista político

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