“La verdad os hará libres”

YO ACUSO

 

                            “Hoy es el día más hermoso de nuestra vida,  querido Sancho; los obstáculos más grandes, nuestras propias indecisiones;

nuestro enemigo más fuerte, el miedo al poderoso y a nosotros mismos;

la cosa más fácil, equivocarnos; la más destructiva, la mentira y el egoísmo;

 la peor derrota, el desaliento; los defectos más peligrosos, la soberbia y el rencor;

 las sensaciones más gratas, la buena conciencia,

el esfuerzo para ser mejores sin ser perfectos y sobre todo,

la disposición para hacer el bien y combatir la injusticia donde quiera que estén”.

MIGUEL DE CERVANTES.“DON QUIJOTE DE LA MANCHA”.

 

 

Armando Vargas Mora

 

Hace unos días se celebró (si es que se puede celebrar) el día de la libertad de expresión en México. A raíz de las últimas muertes de periodistas en lo que va del año, y más marcadamente la de Javier Valdez, como era de esperarse, del presidente de la república para abajo, los políticos repitieron como loros en palo sucio, bla, bla, bla, indicando que, ahora sí, en adelante los periodistas tendrían las garantías necesarias para el ejercicio de la libertad de expresión. Vil mentira, demagogia, hipocresía y palabras huecas y vagas. ¿Cómo puede decir el estado que garantizará en adelante la integridad de los periodistas cuando no esconde el garrote? ¿Quién en su sano juicio les cree?

 

En nuestro país en los últimos 30 años han sido asesinados cuando menos unos 300 periodistas, es uno de los territorios más peligrosos para ejercer el periodismo. Hay quien asegura que estamos viviendo tiempos aún más difíciles que el porfiriato en que, se practicaba aquella máxima del encierro, destierro y entierro.

En Michoacán desde hace unas semanas se encuentra desaparecido Salvador Adame, director del canal 6 de tv de Nueva Italia, de inmediato el gobernador Silvano Aureoles Conejo hizo su  chamba y de inmediato hizo el anuncio de que, en adelante los periodistas cuentan con un fideicomiso por el grandísimo monto de un millón de pesos, aquí mismo lo anunció cuando convocó a los periodistas de la localidad hace unos cuantos días.

 

El oscurantismo gubernamental en todas sus vertientes provoca lo que bien podemos denominar la democracia demagógica. Cada periodista hostilizado, agredido, intimidado de cualquier forma o asesinado, es la mejor prueba de que en México no existe una democracia real.

 

En Michoacán y gran parte del territorio nacional, quienes se dedican a esta apasionante profesión, han tenido que enfrentar a los poderes políticos y los poderes fácticos representados por la oligarquía en el mejor de los casos y la delincuencia organizada –y la desorganizada también- en el peor panorama. Es fácil colegir que nada más hay dos caminos, el riesgo aparejado con el miedo y el temor y, el indeseado camino de la comodidad y el confort que representa el dinero. Son condiciones que empujan a la autocensura que, no deja de ser una vertiente de la corrupción periodística, la falta de principios y de ética profesional, de esta forma muchos caminan de la mano con los llamados mandatarios. Y de ninguna manera es crítica, simple y sencillamente hay que decirlo, porque de esta forma se queda el pueblo en la orfandad informativa, en la falta de veracidad. Por eso yo creo que es más fácil que el pueblo nos perdone nuestras pendejadas y equivocaciones que nuestras destructivas mentiras, nuestras propias indecisiones que nuestro destructivo egoísmo. Y desde luego que siempre hemos de decir que nuestra conciencia es nuestro mejor juez, mirar nuestros ojos en el espejo cuando hacemos cosas indebidas es lo peor que nos puede pasar, porque me imagino que jamás podremos mirar directamente a los ojos de nuestros hijos sin podernos recriminar, si es que todavía tenemos un rasgo de vergüenza.

¿Quién cree en realidad en el cacareado combate a la corrupción? Nadie absolutamente. ¿Y sabe por qué? Porque la corrupción y la impunidad se dan antes, durante y después de las elecciones electorales, lo acabamos de ver en las pasadas elecciones de hace diez días. Desde mucho antes el presidente Enrique Peña Nieto giró instrucciones a los secretarios del gabinete para que por ningún motivo el PRI perdiera el Estado de México, de esta forma el dispendio de recursos fue a la luz pública, se evidenciaron, dieron recursos como nunca, y pidieron desde antes de la elección la credencial para votar como siempre, por ello muchos “funcionarios” de primerísimo nivel se convirtieron en vulgares delincuentes electorales en virtud de que, además efectuaron labores proselitistas con recursos del estado, actos penados por la ley, ladrones de la conciencia electorera. El día de la elección toda la mapacheada realizó su trabajo de “ingeniería” política y después, la proclamación del triunfo y el festejo sin ningún rubor. Pero también todos debemos saber que, esos programas que llaman sociales no disminuyen la pobreza, lo que si es cierto es que refuerzan los mecanismos de control político. Así que ya sabemos a qué tirarle el año venidero. Todo lo anterior, como explicamos líneas arriba, convalidado alegremente por los que prefieren el confort y el oscurantismo guiado desde el poder público.

¿Los índices de aprobación del hombre que está muy preocupado por la integridad de los periodistas antes de la elección? ¿La popularidad después? Hay se los dejo de tarea.