Gerardo Fernández Casanova
Arrepentido de todos mis pecados y como acto de contrición me impuse como castigo, especie de autoflagelación, el sentarme ante el televisor para ver y escuchar, primero, la apertura del período de sesiones del Congreso y, luego, el mensaje presidencial con motivo de su tercer informe. Confieso que los soporté con verdadero estoicismo en aras de poder ofrecerle, amable lector, algún comentario basado en la frescura de los discursos; es decir en los discursos de ayer y hoy, aunque en muchos de los casos suenen tan acartonados como si fueran de hace 25 años.
Comenzaré por los discursos de posicionamiento de los partidos en el Congreso, los que merecieron a una programación de menor a mayor en el número de votos recibidos en la pasada elección. En esa virtud tocó el primer turno al diputado independiente M. J. Clouthier, panista de corazón despreciado por el aparato de su partido, con buena retórica, valiente, cuya conclusión fue exigir al gobierno que deje de estorbar, para que la fuerza de la iniciativa de los particulares sea el motor que el país requiere para crecer, no sin dejar de rechazar el consabido “populismo mesiánico” con quien anteriormente coqueteó. Le siguió, el representante de Encuentro Social (PES) con un muy emotivo planteamiento para depurar las normas relativas a la adopción de menores en condición de orfandad, no sin antes hacer gala de valentía para pedir que Dios vuelva a entrar a la Constitución ¡Vaya! Por su parte, Movimiento Ciudadano señaló con enjundia los errores del gobierno; ofreció ser oposición crítica pero constructiva, marcando distancia respecto de la intolerancia del desde ahora señalado como el enemigo a vencer, que parece ser MORENA. Por Nueva Alianza (PANAL) se hizo presente el discurso de la abyección, negando expresamente todas las críticas encaminadas contra el “Señor Presidente”, con el consabido aplauso de la bancada del PRI; nada más. La representante de MORENA, nerviosa pero con buen discurso, repasó las críticas al modelo actual señalándolo como el causante del deterioro que vive el país y anunció su agenda legislativa, de la que se resalta la iniciativa de ley -ahí mismo entregada- para la austeridad gubernamental aplicada concretamente a los salarios y recursos entregados a los altos funcionarios de los tres poderes y los tres niveles de gobierno; anunció que su bancada pondrá el ejemplo reduciendo a la mitad sus ingresos para destinarlos a la creación de espacios educativos para los rechazados por el sistema. EL de la Revolución Democrática (PRD) hizo gala de malabarismo político, arremetió contra Peña Nieto y el modelo neoliberal impuesto; intentó formular una propuesta de unidad de las izquierdas, pero ofreció ser oposición responsable también contra las aventuras de la demagogia. El dizque Verde (PVEM) en voz de un atildado senador duranguense, llevó la abyección al límite con loas a Peña Nieto y ataques a MORENA a quien acusó de mentir por anunciar la intención hacendaria de gravar con IVA a alimentos y medicamentos, confirmando la consigna del enemigo a vencer. Acción Nacional (PAN) reivindicó para su partido el supuesto prestigio de las reformas estructurales que tanto presume Peña Nieto, y tiene razón, el PRI desde Salinas gobierna con el programa del PAN; anunció ser oposición responsable y contrario a la demagogia y la intolerancia de ya saben ustedes quién. Por último, tocó a la representante del Revolucionario Institucional (PRI) comenzar su discurso con un regaño a Jesús Zambrano, el Chucho que ocupa la presidencia de la Cámara de Diputados, a quien recriminó por haberse atrevido a sugerir, a título personal, la conveniencia de que el presidente comparezca personalmente ante el Congreso; cumplido el encargo, emprendió un virulento y hasta ofensivo discurso en defensa de su patrón Peña Nieto, al grado de provocar la ruidosa salida de la bancada de MORENA y algunos otros. Hasta ahí las cosas me queda claro que de los únicos que podemos esperar una actitud patriótica es de los lopezobradoristas; lástima que no expusieron su propuesta en la campaña electoral, seguro que tendrían el doble de diputados.
Del mensaje presidencial, sólo me queda decir que fue un simple refrito de los “muy ilustrativos” spots televisivos previos y repetidos hasta la saciedad. Eso sí, habló muy bonito y se le vio muy saludable. Todo marcha hacia adelante, sin decir que antes dio la media vuelta para no meter reversa. Ante un público a modo, ansioso de aplaudir, mostró sus grandes logros y reafirmó que tiene muchas ganas y mucha fuerza: hay que tener muchas ganas para seguir soportando la descalificación y mucha fuerza, la de las armas que tanto aplaudió, para sostenerse.
gerdez777@gmail.com
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