NO TIENE POR QUÉ DARLAS

Gerardo Fernández Casanova

Gerardo Fernández Casanova

Me refiero a las disculpas, no vaya usted a pensar mal. Y, en efecto, no tiene por qué ofrecerlas si, como ha quedado perfectamente dilucidado, el émulo de fray Bartolomé, el de Las Casas, no registra conflicto alguno en materia de intereses. Es más, quienes en todo caso tendríamos que disculparnos seríamos esta bola de mexicanos maliciosos y malpensados, además de envidiosos, que hicimos una tormenta en un vaso de agua por la modesta casa habitación que, con el producto de sus esfuerzos, se pudo comprar la pobre esposa del, también pobre, presidente de la república (las minúsculas son por mi cuenta). Y Sanseacabó. Que no haya más suspicacias ni chismorreos; Don Virgilio Andrade, poseedor del mayor prestigio como impoluto investigador y persecutor de la corrupción, dictó la sentencia de la exoneración del muchas veces calumniado esposo de la sufrida esposa.

 

Tampoco tiene, el inquilino de Los Pinos, por qué darlas porque ya las dio (ahora sí me refiero a las que usted malpensó). El peso mexicano a 17.5 unidades por dólar y creciendo. Agradecido por la generosidad del receptor al que se las dio, el venturoso dador hace alarde de que a otros les va peor y, además, de que tal catástrofe nos hace los mandados y nos hace más competitivos con el exterior. No, pues sí.  Alabado sea tan esmerado patriota. Anatema sean quienes pretendan difamarlo.

 

Por suerte existen medios eficaces para divulgar la magnífica obra de gobierno, de la que el sujeto habrá de informar el próximo primero de septiembre. El instrumento educativo por excelencia para desasnar al infeliciaje, la televisión comercial, se verá colmada con 18 cápsulas informativas relativas a los logros gubernamentales, repetidas hasta el cansancio, como si fueran las tablas de multiplicar de la era pre cibernética. Lo lamentable es que estas nuevas lecciones comprimidas ocuparán parte del valioso espacio destinado a los verdaderos maestros, que no sólo no protestan sino que agradecen la oportunidad de ser evaluados y gratificados por su buena disposición. Bueno, ya regresarán después del informe presidencial. Por cierto, en este incomprensible y kafkiano país, hay quienes reclaman por este enorme esfuerzo educativo (el de las cápsulas informativas, alias spots) dizque porque dejan en absoluta indefensión a quienes opinan en contrario a lo realizado por la venturosa “reforma educativa”. No cabe duda, la gente es muy malagradecida.

 

Ahí tienen a la pobre Charito sudando la gota gorda en las sesiones de las comisiones legislativas ante las que compareció. Ingratos quienes exigen su renuncia como servidora de las causas de los pobres y los hambrientos.  Por fortuna existen legisladores valientes que sacan el pecho y defienden a quien, por algún desvarío de su historia, fuera presidenta del PRD y amante de su impoluto patrocinador argentino. Es claro que, como dice la Robles, la población aumenta y, por ende, el número de pobres también, además de que se registran severas resistencias a las acciones aplicadas a su reducción, principalmente de parte de los pobres que se resisten a morir. Así ni cuándo acabar.

 

Algo que debe enorgullecernos es la influencia que ejerce la imagen del Señor Presidente (con merecidas mayúsculas) en el mundo. Ahora cualquier copetudo, aunque sea pelirrojo, aspira a ser presidente de su país. Ahí tienen al blondo Mr. Trump. Pero no sólo es cosa de modas cabelludas, también lo imita en aquello de dar sesudas lecciones de brillo intelectual a las huestes republicanas blancas, anglosajonas y protestantes, ávidas de encumbrar a un líder que, como el mexicano, sepa llevarlos por la senda del progreso y el bienestar, tan afectados por la horda de prietos violadores que se les cuelan por la porosa frontera.

 

En fin, ya sólo queda advertir a las escopetas que se cuiden porque ahí vienen los patos a dispararles.

 

gerdez777@gmail.com

 

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