Para el Gobierno de Graco, comerciantes violaron la ley «bajo el subterfugio de la protesta»

Por Yuridia Durán

Luego de que comerciantes establecidos y ambulantes fueron desalojados de la calle Vicente Guerrero mediante el uso de la fuerza pública y gases lacrimógenos para dar inicio a las obras de remodelación del primero cuadro de la ciudad,  el gobierno de Graco Ramírez acusó a  los inconformes de ser quienes «provocaron violentamente a los elementos del Mando Único» y advirtió que no tolerará que se viole la ley «bajo el subterfugio de la protesta».

enfrentamiento cuernavaca 2

A través de un comunicado, la administración estatal indició que la tarde de este sábado, un grupo de personas que se identificaron como comerciantes ambulantes, expresaron su oposición a los trabajos y optaron por provocar violentamente a los elementos del Mando Único Coordinado que resguardaban las obras.

«Las fuerzas del orden tuvieron que intervenir ante la agresión y el vandalismo que se presentó, con el fin de preservar la tranquilidad ciudadana», dice el documento. 

Agrega que como resultado del ataque contra las fuerzas del orden, cuatro policías quedaron lesionados, mientras que 17 personas fueron detenidas, mismas que son declarados en la Fiscalía General del Estado.

Además, un vehículo de la Secretaría de Obras Públicas de la marca Nissan, tipo Estaquitas, placas NW09-753, resultó bandalizada sobre la calle de Arteaga. También oficinas de  Casa Morelos sufrieron daños. 

El Gobierno de Graco hizo notar que previo a los hechos que alteraron la paz y el orden,  a la calles de Guerrero asistieron el dirigente de la Federación Auténtica del Transporte, Dagoberto Rivera Jaimes, quien se ha pronunciado por la aprobación de un aumento en los costos del pasaje.

También asistió Emilio Rosas Rico, líder de la Unión de Comerciantes del centro comercial “Adolfo López Mateos”, para manifestar su oposición a los trabajos. 

Aseguró que el rescate integral del Centro Histórico de Cuernavaca es una acción  consensada con los actores legítimos de los sectores cultural, turístico, económico y religioso de la Ciudad Capital, «razón por la que es inaceptable que un grupo que obedece a intereses inciertos actué en la forma en que lo hizo». 

Para justificar lo anterior, el boletín oficial refiere que Juan Diego Pons, de la Asociación de Comerciantes  Pro Centro de Cuernavaca, «dijo que quienes se enfrentaron con los granaderos son personas ajenas a los comerciantes, ya que éstos son conscientes de la necesidad de las mejoras para hacer al Centro competitivo como los de  San Luis Potosí, Querétaro, entre otros».

“Si es importante que se vayan haciendo las obras por partes para que haya menos afectaciones, que también se restablezcan las mesas de trabajo en donde se hable de las repercusiones económicas. Los cambios a la circulación vehicular, la señalización adecuada para que la gente pueda tener acceso a los negocios”.

También pusieron como ejemplo de quienes sí desean las obras a Rafael Aramburu, presidente de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico de Cuernavaca, quien según el boletín,  afirmó que se trataron de hechos muy lamentables en donde la autoridad tiene que actuar con la Ley en la mano, ya que las obras en la calle de Guerrero son indispensables, ya que no se cuenta con drenaje óptimo ni tampoco con una red de agua potable adecuada.

 

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