PROCESO, ANIVERSARIO MANCHADO

 

 

 

 

Gerardo Fernández Casanova

Se cumplen 42 años de que Julio Scherer García fundó la revista Proceso acompañado de quienes, junto con él, fueron vilmente echados del periódico Excelsior, allá por los tiempos del Presidente Echeverría. Desde su inicio la revista se convirtió en el referente informativo del pensamiento mexicano de avanzada progresista, cercano a la izquierda. Así ha sido y ojalá así siga siendo. El deficiente y tortuoso camino de la  democratización del país registra en Proceso una de sus escasas pero brillantes luces y un baluarte de la libertad de expresión. No me cabe la menor duda.

 

Es por esta historia de prestigio que me causa pena la pifia (por no decir “mala leche”) de la portada de su número de aniversario, que muestra una fotografía de Andrés Manuel avejentado y cansado, acompañada de titulares “AMLO SE AISLA. EL FANTASMA DEL FRACASO”. Al no adjudicar la frase a persona alguna debe entenderse que es la opinión editorial de la revista. Ya en el interior del ejemplar se ubica que el opinante es el Dr. Diego Valadez que, en una razonablemente buena entrevista de Álvaro Delgado, aplaude el afán transformador de AMLO y advierte que debe ser acompañado de una profunda reforma de las instituciones con un sólido equipo político en torno suyo, tanto en el gabinete como en las cámaras. Opina el prestigiado jurista que la orden de Martí Batres de publicar la Ley de Salarios Máximos constituyó un error de oportunidad, previendo que va a provocar un alud de amparos al inicio del nuevo gobierno; advierte también que se observan fisuras y conflictos al interior del equipo de gobierno. En lo dicho por Valadez no encuentro base para destacar los titulares de la portada, de ahí que coincida con el calificativo de amarillista que le endilgó el aludido, haciendo referencia específica a los titulares y la fotografía de la portada y no a lo opinado por Diego Valadez.

 

Insistió López Obrador, en lo tocante a este tema, que siempre ha sido y será respetuoso de la crítica honesta y hasta de la que calificó como prensa “fifí”, pero que eso no significa que deba callar cuando se trate de descalificaciones sin sustento; el derecho de réplica es consustancial a de la libre expresión. Creo que el desaguisado viene muy oportuno para aclarar las cosas en este arranque de la IV Transformación. Ni López Obrador ni nadie en su sano juicio espera que la prensa que ha sido crítica del régimen caduco se convierta en panegirista del nuevo régimen; sería la peor puñalada al proceso del cambio verdadero. La prensa crítica es indispensable, así como es repudiable el amarillismo y la venalidad de la prensa vendida a intereses ocultos o escondidos atrás de una libertad de expresión chayotera y mezquina.

 

AMLO considera a la prensa, sin distingos de color o tendencia, como correa de transmisión de la información de la autoridad hacia la sociedad; por otra parte, hay el compromiso del ejecutivo y el legislativo de crear una correcta Ley de Publicidad Oficial, que reemplace la que se legisló sobre las rodillas por el apremio de la corte y que sólo legalizó la práctica discriminada y chayotera. Además ya se dispuso un recorte de 50% al presupuesto destinado a tal publicidad.

 

Otro asunto relevante, diferente al antes comentado, se refiere a la Fiscalía General y sus derivadas, particularmente en lo tocante a su nombramiento. Organismos de la sociedad civil, respetables la mayoría de ellos, exigen una absoluta ausencia del titular del ejecutivo en dicho nombramiento, con el afán de garantizar su independencia. Me parece un despropósito, entendible con relación al régimen que fenece (la burra no era arisca…) pero erróneo ante uno nuevo que surge de la voluntad abrumadoramente mayoritaria a favor de un candidato que postuló, incluso con vehemencia, el combate a la corrupción, la impunidad y la injusticia. En tales condiciones deberá contar con la certeza de una fiscalía plenamente comprometida con tales postulados y bajo la autoridad del Presidente. Si las cosas fallan habrá manera de resolverlas en tres años ante la ley que dará viabilidad a una revocación del mandato. Aquí lo ligo con el dicho de Diego Valadez, en cuya opinión se requiere una reconfiguración del estado para fortalecerlo para llevar adelante la transformación requerida. Hay que recordar que una de las mañas usadas por los neoliberales para desmantelar al estado fue la proliferación de organismos autónomos que, en ese caso, quedaban constituidos por los “amigos” libremente nominados por  los amigos del Senado.

 

Deseo a  Proceso que resuelva sus conflictos internos y recupere la dignidad y la honestidad marcadas por su fundador. México lo necesita.

 

gerdez777@gmail.com

 

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