Sin futuro posible

 

 

 

Jorge Ikeda

El diario El País publica una entrevista a Slavok Zizek, filósofo esloveno de 69 años y postmarxista. En ella, se le cuestiona a Zizek sobre la bienvenida que le dio a Trump, a lo que el filósofo contesta:

“Porque Trump es una bendición, aunque protagoniza un tipo de conducta horrible, capaz de todas las rupturas. Precisamente por eso puede despertar, desencadenar, alguna reacción. Lo que hace Trump es una locura, pero antes ocurría lo mismo paulatinamente. Con el medio ambiente, con todo. Algunos izquierdistas hacen comparaciones erróneas. Si te disgusta Trump o el nuevo autoritarismo, y eres vago para analizarlo, la analogía es cómoda: “¡Oh, es fascismo!”. Esa analogía con los años treinta es demasiado sencilla. Es más adecuado remitirnos a la decadencia anterior a la Primera Guerra Mundial cuando, igual que hoy, todos se preparaban para la guerra, pero nadie la creía posible”.

 

Lo mismo ocurrió en México con la elección de López Obrador, sobre las cosas que el mesiánico líder planteaba la gente opinaba que eso no podía pasar, que era cosa de las campañas. Ahora que México sufre las consecuencias económicas de una mala elección, la misma gente se consuela argumentando que los engañó con la verdad.

 

No sólo hay que culpar a los 30 millones de idiotas que votaron por López Obrador en la elección de Julio de 2018. Para los griegos, idiota era aquél que no se interesaba por la cosa pública. El mayor artífice del triunfo del tabasqueño se llama Enrique Peña Nieto. En la elección del 2006, López Obrador perdió por el 0.56% de los votos. En la elección del 2012, como bien señala Carlos Bravo Regidor, López Obrador no llenaba ni un salón de fiestas infantiles. Enrique Peña Nieto no sólo no castigo los escándalos de corrupción que poblaron su sexenio, sino que además intervino en la elección en contra de Ricardo Anaya con la acusación por lavado de dinero en la compra de una bodega y favoreció a López Obrador en sus aspiraciones por alcanzar la Presidencia de la República.

 

Más adelante, en la entrevista a Zizek, el filósofo dice:

“Estoy de acuerdo en que la señal de Trump puede ser extremadamente peligrosa. EE UU atraviesa un estado de guerra civil fría interna. Las corrientes políticas no hablan el mismo lenguaje. No pueden pactar. Eso no durará. Habrá que ir hacia otro consenso, que será más radical, algo más a la izquierda. Ya ocurre con Sanders y sus seguidores. O con el milagro de Jeremy Corbyn”.

 

De manera análoga, México vive un estado de guerra civil fría interna. No se habla el mismo lenguaje y no se puede pactar. López Obrador desapareció la izquierda cuando desfondó al Partido de la Revolución Democrática. El nuevo consenso del que habla Zizek sólo puede venir del Partido Acción Nacional, aunque no podrá ser más radical que López Obrador, tendrá que ser de izquierda.

 

Por un lado, el gobierno de López Obrador propone recortar el gasto en el Presupuesto de Egresos más allá de lo recomendable por el neoliberalismo, y por el otro, pretende llevar a cabo una política de gasto que sólo genera una base clientelar. Regalar dinero desincentiva la producción y el empleo, genera dependencia a cambio de apoyo político; “si estás conmigo comes, si no, la muerte por inanición”.

 

 

Sobre Jorge Ikeda 68 artículos
Jorge Ikeda es licenciado en relaciones internacionales por el ITAM, licenciado en derecho por la UNAM, ingeniero en desarrollo de software por la UNAD, maestro en ciencias políticas y sociales por el CIDHEM y doctor en derecho también por el CIDHEM. Es profesor de asignatura en la Universidad La Salle Cuernavaca, A.C.

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*