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TERTULIA POLÍTICA

 

 

Pedro Martínez Serrano

A partir de marzo de 2011, con todo y su premiada trayectoria, como argumentista y novelista, Javier Sicilia Zardain, no era más que un colaborador mediano de la Revista Proceso; un burócrata de cúpula, enchufado en la nómina de la Universidad Autónoma del Estado. Su círculo de popularidad se reducía a los reducidos grupos que dan vida a escasos cafés literarios

 

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Su salto a la fama, su popularidad, que trascendió fronteras, fue resultado el asesinato de su hijo, junto con otros seis jóvenes, asesinados por el crimen organizado en Temixco, Como consecuencia, Sicilia abandonó la poesía y bajo la ocurrencia del Estamos hasta la madre, encabezó distintas marchas y manifestaciones a lo largo y ancho del país, exigiendo un alto al clima de violencia.

 

Sus besuconas marchas, tengo la impresión que no fueron más que protagonismo de un poeta y escritor, alejado de la realidad social y proclive al oropel y la simulación que hoy, con la popularidad ganada, luego del lamentable asesinato de su primogénito, dedica a cuestionar, criticar y ningunear a quien le place. Para el señor Sicilia, la suya es la verdad absoluta.

 

Y así, como se ha adueñado el derecho a decidir quién puede o no manifestarse en rechazo a la inseguridad y el desgobierno, ahora critica con rudeza innecesaria a Cuauhtémoc Blanco Bravo quien, se quiera o no reconocer, es el presidente municipal electo de nuestra ciudad.

 

El poeta acusa al futbolista de mercenario e ignorante, como si el título universitario hiciera mejor a quien lo posee. Olvida que en muchos casos, el título no es más que una herramienta de deshonestos y corruptos, para cubrir sus rapacerías.

 

Me da la impresión que el señor Javier Sicilia es un sujeto protagónico, oportunista y servil, que exhibió la inseguridad que desgarra a Morelos, a lo largo y ancho del país, pero al final terminó como perro de pueblo, que cuando para el vehículo que correteó, se detiene, no sabe por qué lo hace y sólo genera ruido.

 

El señor Sicilia se siente dueño de la verdad, acusa, descalifica y ofende a Cuauhtémoc Blanco quien lo único que hizo, fue ganar la elección del 7 de junio pasado. Lo acusa de mercenario y de violento; y adelanta que no será un buen gobernante. El señor Sicilia creo que hace más política; política bajuna para complacer a Graco Ramírez y al perredismo en desgracia.

 

En más de los escandalizados con Cuauhtémoc Blanco, el triunfo del presidente municipal electo, es de risa la expresión de la señora Elena Cepeda de León, la esposa de Graco, pues en una reunión si y en otra también, expresa su preocupación y como respingando la nariz hacia arriba, se pregunta; pregunta a quien por obligación la escucha: ¿se imaginan cómo voy a tratar; cómo voy a hablar con ese señor?

 

Pero también, sensible y sencillita como es esa señora, se dice preocupada por tener que tratar con la esposa del señor Blanco, la publicista brasileña Natalia Rezende Moreira, tiene 30 años que, de paso, que a acreditado que es una mujer preparada y con un amplio y correcto manejo de la imagen y las relaciones públicas, al lado de la que muchas, muchísimas personas, corren el riesgo de pasar inadvertidas.

 

1 comentario

  1. Totalmente de acuerdo con Pedro Martínez Serrano. Excelente comentario respecto a la ignorante y analfabeta esposa del ignorante y analfabeta gobernador de Morelos.

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