Vandalismo mercenario

 

 

Gerardo Fernández Casanova

La semana pasada una marcha de jóvenes universitarias se manifestó contra la violencia y el acoso sufrido en varias escuelas y facultades de la UNAM. En esta ocasión, como en varias anteriores, al llegar a la explanada de la rectoría irrumpió el grupo de enmascarados que se dispusieron a vandalizar el edificio de la rectoría rompiendo vidrios, quemando la bandera nacional y realizando pintas que, incluso, alcanzaron el mural de David Alfaro Siqueiros. En esta ocasión se cuidaron de no agredir a las marchistas. El grupo violento se hace identificar como anarquista. Lograron su objetivo: la prensa y los distintos medios informativos ignoraron el real significado de la manifestación femenil y se centraron en la crónica y el repudio al vandalismo.

 

Ya viene siendo obligada la presencia de tal grupo en cualquier suerte de movilización estudiantil. Estuvieron el 2 de octubre en la conmemoración de la matanza de Tlatelolco, no obstante las medidas precautorias tomadas por los organizadores: Hicieron presencia el año pasado arremetiendo contra los manifestantes que reclamaban el fin de la violencia en las escuelas, particularmente los Colegios de Ciencias y Humanidades de la UNAM. Una participación significativa de estos grupos violentos tuvo lugar el 1 de diciembre de 2012, en ocasión de la toma de posesión de Enrique Peña Nieto, para la cual el colectivo Yo Soy #132 tenía preparada una manifestación de repudio al nuevo presidente. Infiltrados entre los manifestantes pacíficos obligaron a una acción represiva de la policía capitalina y, por consiguiente, al aborto de la acción de protesta pacífica.

 

La acción vandálica más significativa de este tipo de organizaciones fue la ocurrida el 10 de junio de 1991; los llamados “halcones” que arremetieron con palos y armas de fuego contra la primera manifestación estudiantil posterior a la de 1968. El caso fue plenamente descubierto como un grupo específicamente organizado por la autoridad del Distrito Federal y destinado al combate a la expresión estudiantil.

 

Pero lo que más me llama la atención es la ocurrencia de este tipo de actos vandálicos en simultáneo en casi toda la América Latina. El más reciente corresponde al levantamiento contra el Presidente Evo Morales previo a su renuncia, cuya movilización estuvo plenamente orquestada por los golpistas para realizar el trabajo sucio de claro tinte fascista, que llevó la violencia al extremo de marcar las casas de los funcionarios del gobierno constitucional y de los dirigentes del partido Movimiento al Socialismo del Presidente Morales, amenazando con y realizando incendios de casas habitación, secuestrando familiares para extorsionar y exigir defecciones, etc. Notoriamente, cuando el pueblo boliviano salió a la calle en defensa de la legalidad, los vándalos se replegaron.

 

En Chile, en los primeros días de la enorme protesta social hicieron su aparición saqueando comercios y haciendo destrozos para justificar la represión; hay videos que muestran a los carabineros franqueándoles el paso a los almacenes comerciales para actuar con total complicidad. Participaron en acciones extremas de torturas a los jóvenes manifestantes y, en ningún caso, se registraron detenidos identificados con estos grupos. De manera similar sucedió en las manifestaciones registradas en Ecuador con similares resultados. También se han visto actuar en Venezuela y en Nicaragua. Actúan en un sentido o en otro; lo determinante es la orientación política del gobierno a desestabilizar (Venezuela, Bolivia y Nicaragua) o de la manifestación a desvirtuar (Ecuador y Chile).

 

Ya es hora de desenmascararlos e identificar la mano que mece la cuna. No lo dude: se encontrará con la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de los Estados Unidos y sus centros de reclutamiento y capacitación internacional. Son eslabón importante de la guerra híbrida en el continente. La inteligencia venezolana los tiene perfectamente identificados, incluidos sus centros de adiestramiento y adoctrinamiento en Hungría; Juan Guaidó es uno de sus egresados de excelencia.

 

Para la democracia es urgente descubrirlos y detenerlos.

 

 

gerdez777@gmail.com

 

 

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*