ADOLFO LÓPEZ SÁNCHEZ vs COVID-19

 

 

 

 

“La salud es la riqueza real y no piezas de oro y plata”

(Mahatma Gandhi)

 

 

Adolfo López Sánchez

 

Ciudad de México, 01 de julio de 2020

El 11 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud declaró que el brote del virus SARS-COV2 (COVID-19), es considerado como una pandemia, debido al incremento exponencial en el número de casos existentes en los países. En ese citado momento nadie se imaginada todas las consecuencias que se avecinaban, y lo mucho que iba a cambiar nuestras vidas. 

 

Ante la inminente situación, el 18 de marzo de ese mismo año, emití un artículo respecto de un método alternativo como lo son “Los Aceites Esenciales”, los cuales ayudan a proteger al organismo identificando y destruyendo las células patógenas, parásitos y los virus como el COVID-19.

 

En dicho artículo hacía hincapié sobre la efectividad de los aceites esenciales, en razón a que tienen la capacidad de detener esos virus, tratar los síntomas y trabajar desde la raíz del problema a nivel celular, elevando nuestro sistema inmunológico y restaurando la salud celular, ya que además se caracterizan por no tener químicos que generen efectos secundarios a otras partes del cuerpo.

 

Después de explicar la funcionalidad de cada uno de los aceites, concluía mi artículo diciendo que el cuerpo es el instrumento fundamental para la vida, el cual se tiene que cuidar y proteger, utilizando los medios menos nocivos para él, razón por la cual, se deben observar otro tipo de métodos que resultan ser mejores para la salud, como la medicina alternativa.

 

Nunca me imaginé que yo fuera una de las primeras personas que haría caso de mi propio artículo, es decir, cada que mi cuerpo lo requiere utilizó dichos aceites para atacar alguna enfermedad, sin embargo, no creí que llegaría el momento en que los utilizaría para combatir el COVID-19.

 

El virus no distingue entre personas, este puede llegar sin esperarlo, todos somos vulnerables y expuestos a contraerlo, tal fue mi caso, aproximadamente el 3 de mayo, estando en mi hogar, empecé a presentar temperaturas elevadas y molestia en la garganta, en ese momento aún no sabía que era portador del virus, para ello, comencé tomando algunos medicamentos para controlar la temperatura, de igual manera para proteger mi sistema inmunológico, inicié con un protocolo de aceites esenciales doTERRA, untados, tomados e inhalados (ANEXO 1).

 

Conforme pasaron los días, los síntomas se me agravaron y las altas temperaturas no cedían, empecé a perder el sentido del gusto y del olfato, no tenía apetito e incluso perdí peso, razón por la que inicié un tratamiento de azitromicina por tres días, sin dejar a un lado los aceites esenciales doTERRA, posterior a ello, decido realizarme la prueba rápida de detención de COVID-19, y efectivamente era portador del virus, creo que el resultado no me afectó tanto, dado que ya presentía que tenía dicho virus debido a los síntomas, no obstante, necesitaba la opinión de laboratorio que lo confirmará.

 

La combinación de ambos tratamientos (alternativa y alópata) frenaron el avance del letal virus, lo cual me permitió realizar un poco de ejercicio dentro de mi hogar, teniendo ya de confinamiento un mes, no obstante, preferí continuar en aislamiento por seguridad de mi familia y la seguridad de todas aquellas personas con las que mantenía contacto.

 

El 25 de junio volví a realizarme la prueba de COVID-19 pero ahora en versión PCR, por ser considerada una de las más precisas, siendo el resultado positivo, no obstante, mi autoestima no decayó en absoluto debido a las mejorías que presentaba mi cuerpo.

 

Después de esa prueba, asistí al médico para una interpretación de los resultados, y la opinión fue la siguiente: “Esta prueba es confirmatoria para determinar que si hay infección por COVID-19…, sin embargo, el paciente ha evolucionado favorablemente, sin tener mayores complicaciones, asimismo, se observa que ya no es infectante, en razón de lo anterior, no requiere aislamiento y podrá realizar actividades habituales con uso de medidas generales de protección”.

 

Dada la opinión médica y lo bien que me he sentido, el 26 de junio decidí retomar las actividades de oficina con las medidas de seguridad necesarias, ya que mi cuerpo ha recuperado la fuerza para seguir adelante con mi vida, a lado de mi familia y por supuesto de todos mis colaboradores y amigos.

 

Tomé la determinación de compartir mi experiencia con todos ustedes, para que sean testigos de que sí existe una solución alternativa y muy efectiva que ayuda a combatir el COVID-19. Ponderando los métodos para mi recuperación biológica, ayudó un 60% la medicina alternativa (los aceites esenciales doTERRA) y un 40% la medicina alópata (azitromicina).

 

Estoy fuera de peligro, tengo la fortuna de ser un caso que está venciendo al COVID-19, y tengo la convicción de que muy pronto el virus saldrá de mi cuerpo. Tal vez alguna persona cercana a ti está pasando por lo mismo que yo, por lo que te invito a que lo animes a no perder la esperanza y de no darse por vencido, muéstrale mi caso, comunícale de la existencia de dicho método alternativo y ayudemos a más enfermos a evitar un trágico desenlace.

 

 

 

Sobre Adolfo López Sanchez 2 artículos
Experto en Derecho Constitucional y Profesor de la Barra Nacional de Abogados.

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