Gaspar Núñez Rodríguez
La presidenta de El Colegio de México (Colmex), Silvia Giorguli Saucedo, fue designada integrante del comité evaluador de los candidatos al INE. El asunto es de suma importancia, toda vez que el establecimiento de una democracia real depende del saneamiento y consolidación de instituciones realmente independientes y autónomas, conformadas por integrantes verdaderamente honorables, con amor por nuestro país y su progreso, como tendría que ser el caso del INE.
Como ciudadanos tenemos el derecho de demandar que las instituciones públicas y/o pagadas con el dinero de los contribuyentes (cautivos), sean investigadas, obligadas a cumplir con las leyes y a respetar los derechos humanos y laborales, que se castigue a quienes los violen, y que se impida su
acceso a posiciones en las que pueden dañar profundamente al país y a los ciudadanos. En el Colmex considero que se tendrían que investigar al menos, los siguientes puntos: posible encubrimiento de agresiones y acoso sexual, presunto tráfico de influencias para la designación de nuevos miembros de la Junta de Gobierno (con miras a la reelección), violación de derechos humanos laborales y contractuales, asignación de estímulos, viajes y viáticos y, en general, manejo de los recursos públicos de la institución, así como la presunta o supuesta colaboración en “coautoría” en trabajos académicos financiados con recursos públicos.
Durante cuatro años Silvia Giorguli y su administración violaron mis derechos humanos (Derecho a la igualdad y prohibición de discriminación, Igualdad ante la ley, Derecho de audiencia y debido proceso, Derecho al trabajo, Derechos en el trabajo, Derecho a la verdad), también mis derechos constitucionales (sobre todo el artículo 1° que prohíbe la discriminación), así como mis derechos laborales y los contractuales especificados en los contratos colectivos de trabajo; situándome en un completo estado de indefensión y violando totalmente el debido proceso; sin ningún freno ni autoridad superior que regulara ni pusiera un alto a su prepotencia; con toda impunidad por supuesto.
Por razones que desconozco medios “independientes” y periodistas “comprometidos” con los que he tratado de contactarme no me han dado ninguna respuesta, sin embargo, más allá de mi caso personal la cuestión es de fundamental importancia para la democracia y por tanto para el futuro del país. Gracias al fraude de 2006 Calderón inició una guerra que ha costado al país cientos de miles de asesinatos, millones de vidas destruidas, y una situación socio-económica por demás deplorables, no tendría que ser necesaria mayor argumentación para establecer la superlativa importancia de esto.
Con respecto a mi caso tengo todas las pruebas y documentos para demostrar lo que he dicho, pero el estado de indefensión al que se somete a las víctimas, incluyendo falta de medios y periodistas que investiguen y difundan los resultados, y falta de instituciones cuyo trabajo debería ser el de defender e impedir estas vilezas, es extremo. Hasta donde me han comentado mi caso no es único.
Si me pudieran contactar con algún periodista o medio, que tuviera el pundonor de abordar esto, se los agradecería.
Ingeniero Agrónomo Especialista en Economía Agrícola por la Universidad Autónoma Chapingo; Maestro en Economía por El Colegio de México; Doctor Cum Laude por la Universidad Autónoma de Barcelona; Investigador Nacional Nivel I por el Sistema Nacional de Investigadores.
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