René Vega Giles
Corrupción y burocracia son las principales quejas de automovilistas al acudir a los verificentros en la entidad, sobre todo del personal que los atiende y de los mismos empleados de la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS).
Para los usuarios, que han revelado su malestar en las redes sociales, el acudir a la verificación ambiental de los automotores el principal problema es encontrar quién los atienda.
Posteriormente, cuando logran el espacio para realizar el trámite al pagar por el servicio deben presentar la documentación y al entregarlas solicitan más copias, mismas máquinas que son manejadas por ellos y cuyo costo rebasa el precio común.
Las quejas han sido realizadas en los buzones colocados, pero el propio personal de la SDS, de la que está al frente Constantino Maldonado Krinis, son tiradas al basurero.
La corrupción, señalan que suele darse cuando el propietario del automotor debe regresar a su empleo, porque suelen exigir de 200 a 500 pesos más para “pasarlos” y darles la calcomanía respectiva.
En estos momentos, informaron que para realizar la verificación vehicular en Morelos deben esperar entre cinco a seis horas, debido a la saturación de los mismos y su poca capacidad de respuesta al contribuyente.
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