Hoy por alguna razón mi artículo no se publicó en el Diario de Morelos. Se los comparto por aquí:
DEUDAS
Estimado lector: usted debe 2 500 pesos. Esta cantidad también la adeudan sus hijos, su esposo, sus primos, sus amigos y todos los habitantes de Morelos. Usted no se ha gastado ese dinero ni solicitó ese crédito. Sin embargo, el gobierno lo hizo a su nombre.
Sí, hace un año el gobierno del estado solicitó un empréstito por 2 800 millones de pesos y, hace tres años, el gobierno de Marco Adame nos endeudó con 1 500 millones de pesos. Debido a eso, debamos casi tres mil pesos por persona.
Cuando una autoridad se endeuda, el empréstito lo pagamos los ciudadanos. El crédito que adquieren las autoridades se paga con impuestos y con los ingresos del petróleo, dinero que es de todos. Normalmente, se necesitan muchos años para finiquitar el adeudo. Por ejemplo, en nuestro caso, faltan 18 años para liquidarlo.
Durante todo este tiempo, las autoridades tendrán que destinar del presupuesto anual recursos para pagarle al banco al cual, además, hay que saldarle los intereses. Como consecuencia, se quedarán sin satisfacer distintas necesidades sociales.
Por eso, solo tiene sentido que un gobierno se endeude si destinará el dinero a generar crecimiento económico, a proyectos que provoquen empleo e inversión privada y que, además, se traduzcan en mayores ingresos para el gobierno con los cuales pueda finalmente pagar el crédito.
No obstante, lo frecuentes es lo contrario. Que los créditos se derrochen en proyectos electorales, corrupción o simplemente ocurrencias. Para muestra, la utilización del crédito de Cuernavaca que hizo Martínez Garrigós y que hasta el momento sigue impune.
Por eso, el ejercicio de los créditos debe estar permanentemente bajo supervisión. Las consecuencias de gastar inadecuadamente son muy graves. Más deuda sin crecimiento económico simplemente nos empobrece.
En todo momento los ciudadanos deberíamos saber cómo se ha gastado el crédito que, en un voto de confianza, se le permitió adquirir al gobierno. No debería ser necesario hacer auditorías ni investigaciones profundas para saber en qué proyectos y cuánto se ha invertido del dinero.
También tendríamos que poder participar en la decisión de cómo invertirlo. Además de conocer los estudios técnicos que avalen los proyectos a financiar.
Sin embargo, y dado que eso no ha sucedido, es de celebrarse que el Congreso del Estado audite el crédito de 2 800 millones de pesos que, el año pasado, adquirió el gobierno del estado. Los ciudadanos queremos saber cómo se han ejercido esos recursos y cuáles son las proyecciones de recuperación.
Esperemos que en este caso la Auditoría Superior Gubernamental sea más eficiente que en otras ocasiones, como en el tema de Cuernavaca, y nos diga pronto cómo se ha gastado el dinero. También esperemos que los diputados no intercambien su atribución y responsabilidad de vigilar los recursos públicos a cambio de prebendas. Los ciudadanos estamos esperando información.
Tomado de la cuenta de Facebook de Vera Sisniega
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