Rapiña perredista

TERTULIA POLÍTICA

 

 

Por: Pedro Martínez Serrano

Lo que ha ocurrido en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), aquello en lo que ya tiene amplia experiencia y que lo ha condenado a colocarse como una más de las ninguneadas fuerzas políticas en la entidad, ocurre hoy en al interior del desprestigiado Partido de la Revolución Democrática (PRD), en donde las decisiones se toman en palacio de gobierno y se imponen a rajatabla, en agravio de los perredistas de siempre.

Lo que sucedió con la imposición de José Luis Correa Villanueva, como presidente estatal del PRD, es un claro adelanto de lo que sucederá con la repartición de candidaturas a gusto y conveniencia del gobernador Graco Ramírez Garrido Abreu y la camarilla que hoy tiene bajo su control y administración, los haberes políticos perredistas en la entidad.

El asalto de mandos del Partido de la Revolución Democrática, fue un asunto cantado desde que se realizó la elección de consejeros, cuando a pesar del descontento de tribus y corrientesperredistas acreditadas en la entidad, las cosas se quedaron como estaban: a gusto, complacencia y conveniencia del gobernador Graco Ramírez y a quienes sus millonarios intereses representan dentro de lo que queda de ese partido.

De nada valió el pataleo del senador Fidel Demédicis Hidalgo, mucho menos de la disminuida diputada federal Gisela Raquel Mota Ocampo, las cosas se quedaron como se decidieron tiempo ha, en el palacio de gobierno y punto.

Así las cosas, no se requiere consultar la bola de cristal, para adelantar que el Partido de la Revolución Democrática y sus candidatos en las elecciones del 2015, no correrán la misma suerte que en los comicios en los que surgió ganador de la gubernatura el tabasqueño Graco Ramírez.

Y es que hoy, el Partido de la Revolución Democrática arrastra el lastre de que postula candidatos vinculados con el crimen organizado o, peor aún, cabecillas de bandas criminales asociadas al tráfico de drogas prohibidas; sanguinarios asesinos, cuyo ejemplo a la mano está aquí cerca, en Iguala, Guerrero.

Los perredistas y su piloto, Graco Ramírez, llevan también a contracorriente que en esta ocasión, el autor principal de su triunfo, Andrés Manuel López Obrador va por la libre, al frente de su nuevo partido, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) que, a pesar de que no tiene activos de peso y respeto para las candidaturas en la localidad, le va a restar y mucho a los amarillos. El tiempo lo va a confirmar.

traidor

Pero no sólo eso, algo es seguro, lo que empezó Rabindranath Salazar, el senador que decidió separarse del Partido de la Revolución Democrática, para ir a Morena, el partido de Andrés Manuel López Obrador, lo van a hacer otros importantes actores de la política local perredista, incluso algunos, cuyos grupos, cuyas tribus quedaron representadas en el comité estatal perredista.

Morena-logo

El revés será espectacular, cuando integrantes del comité estatal de ese partido, hoy sometido a los intereses de Graco Ramírez, en el arranque oficial de la contienda electoral, anuncien que dejan el PRD para ir a Morena. Esos golpes están tan cantados, como los que se consumaron ayer con la integración del comité local.

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